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#Novedades de la industria
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Mientras que las pruebas de la DNA llegan a ser mas comunes, los investigadores añaden rápidamente el equipo para continuar
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A menos que su guardarropa de la carrera consista en las capas blancas múltiples del laboratorio y su oficina tiene un escondrijo de tubos de ensayo, usted no recuerda probablemente donde usted estaba cuando fue anunciado que el genoma humano había sido ordenado.
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Pero, si usted sabe que usted puede ahora servir hacia fuera $100 para trazar su migración ancestral con historia, el término “DNA” puede caer la lengua como el ABCs.
La oleada en la investigación genética y su aceptación cada vez mayor en el público en general presagia bien para los descubrimientos de la salud, de la agricultura y de los recursos naturales — sin mencionar entusiastas de la genealogía. Esto tiene los científicos que corretean para continuar con la tecnología, según Charlie Johnson, director de la genómica y de la bioinformática en Tejas A&M AgriLife Research en College Station.
Ha sido 20 años más productivos desde que dos genomas bacterianos primero fueron ordenados en 1995, según los institutos nacionales del centro Salud-nacional para la información de la biotecnología. Casi 125.000 organismos se han ordenado, incluyendo — para ayudar de punta a su ascendencia — el genoma humano en 2003.
“La tecnología es relativamente nueva. Antes de 2007, la secuencia era muy difícil, lento y laborioso,” Johnson dijo. “El proyecto del genoma humano, por ejemplo, comenzó en 1990 y tardó 13 años para terminar en un coste de cerca de $3 mil millones.”
Una vez que la ciencia consiguió una compresión de la tecnología, sin embargo, los investigadores de la agricultura a la zoología vieron claramente cómo la mirada en el nivel íntimo de la existencia de un organismo pudo ayudar a abordar problemas tales como enfermedad, sequía y peste.
Un problema, sin embargo, fue costado, Johnson observó.
“La clase de instrumentos necesarios para hacer la secuencia no es asequible para que un solo laboratorio posea,” él dijo. “En la media, costaron cerca de $1 millones cada uno. Y sería duro que cualquier un investigador genere bastante trabajo de investigación para justificar esa inversión.”
La investigación de AgriLife, con su red científica extensa a través de Tejas, previo una imagen más grande. En 2010, la agencia contrató a Johnson para establecer una base central del equipo y de un sistema de los científicos experimentados de la tecnología de la genómica que podrían apoyar a investigadores en un rentable, modo eficaz. Aún más, proporcionan su experiencia a los científicos en el Tejas A&M University System.
“Nuestra reputación para la excelencia científica y los datos de alta calidad ha llevado a las colaboraciones con los científicos en todo el mundo, incluyendo grupos en 35 países,” Johnson observó. “Comenzando en 2009 cuando la primera siguiente generación que ordenaba el sistema fue comprada y durante los ocho años pasados, AgriLife ha continuado guardando paso con una tecnología que está cambiando tan rápidamente. Se espera que el coste de secuencia ha caído a partir de $3 mil millones para el primer genoma humano menos de $1.000 a hoy y sumerja debajo de $100 en los próximos años.”
Este mes, el centro establecerá un Illumina NovaSeq 6000, una máquina Johnson dijo puede rendir el equivalente de 48 genomas humano-clasificados en menos de dos días. Esto cortará perceptiblemente costes.
“Tejas A&M AgriLife es una de las primeras instituciones académicas para tener acceso a esta tecnología,” Johnson dijo. “Ésta es la herramienta derecha en el momento adecuado de hacer frente a esta nueva era de agri-genómica grande, y nos emocionan para ser parte de él.”
Esencialmente, como su teléfono móvil, la DNA que ordena tecnología es cambiante en un paso frenético, él dijo.
“Si usted no está actualizando constantemente, usted se atrasa rápidamente. Trabajamos difícilmente para conseguir estas nuevas máquinas así que podemos continuar proporcionando los datos más de alta calidad usando las últimas tecnologías genomic para dar a nuestros colaboradores el más por menos más grande,” él dijo.
El centro tiene más de 350 investigadores principales en la colaboración y ha crecido “esencialmente de hacer algunos proyectos un año ahora básicamente a añadir un proyecto al día,” Johnson observó.
Y la secuencia del genoma es solamente parte del esfuerzo. El equipo de Johnson también tiene un programa de investigación activo de la bioinformática, proporcionando el análisis de datos para los investigadores.
La “secuencia del genoma presenta una enorme cantidad de datos,” él dijo. “Imagínese una pila de la biblioteca de enciclopedias. Muélalas para arriba en una trituradora de papel, y usted termina para arriba con las cadenas de letras. El desafío es poner todo el ésos detrás junto en el libro que describe lo que usted ordenó. Entonces usted puede utilizar esa información para hacer un cierto descubrimiento o para descubrir algo útil.”