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La naturaleza contra consolida: ¿Los genes influencian nuestras moralejas?
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¿En qué medida haga ambiente y educación forma nuestro compás moral, y cómo responsable es el cóctel genético que heredamos de nuestros padres? La investigación reciente apunta conseguir al corazón de la materia.
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La “naturaleza bien conocida contra consolida” el discusión vuelve los centenares de años, y todavía está de interés hoy.
Pregunta si ciertos comportamientos están arraigados en nuestras inclinaciones naturales, o si nuestro ambiente social las forma.
Recientemente, el lanzamiento de los tres extranjeros idénticos documentales reignited algunas discusiones en la importancia de factores ambientales y de la educación contra el de rasgos hereditarios.
El documental presenta el caso de un “estudio gemelo discutible” (o en este caso “estudio del trío”) conducido en los años 60. Implicó el separar de los tríos idénticos durante infancia y el adoptar de ellos hacia fuera a diversas familias como “hijos únicos” para evaluar cómo los hermanos se desarrollarían en sus vidas.
Un nuevo estudio de la universidad de estado de Pennsylvania en universidad de estado, de la universidad de Oregon en Eugene, y de Yale University School de la medicina en New Haven, CT, siguió sistemas de hermanos en un esfuerzo para entender mejor si nuestro compás moral está solamente abajo a nuestra educación, o si nuestra herencia genética también tiene una opinión en la materia.
El primer estudio Amanda Ramos autor, de Penn State University, refiere a las calidades morales de una persona como su “carácter virtuoso” y explica que ambos consolidan y la naturaleza podría trabajar junta para formarlas.
“Muchos estudios han mostrado un vínculo entre el parenting y estos rasgos virtuosos, pero no han mirado el componente genético,” dice a Ramos.
Sin embargo, ella añade, “pensé que era una oportunidad perdida porque los padres también comparten sus genes con sus niños, y qué pensamos somos padres que influencian y que enseñan a sus niños que estas características pueden realmente ser debidas, por lo menos en parte, a la genética.”
Así pues, Ramos y el equipo condujeron un estudio que investigaban el grado al cual el “carácter virtuoso” es un rasgo hereditario. Los investigadores divulgan sus hallazgos en la genética del comportamiento del diario.
El impacto de rasgos hereditarios
Los científicos trabajaron con 720 pares de hermanos con diversos grados de conexidad. Se extendieron de los gemelos idénticos que crecieron juntos en el mismo ambiente a los mitad-hermanos y a los paso-hermanos sin el material genético común pero quién creció debajo del mismo tejado.
“Si los gemelos idénticos son más similares que los gemelos fraternales, por ejemplo, él han asumido que hay una influencia genética,” dice a Ramos. Ella añade, “incluyendo grados múltiples de conexidad puede darle más poder de desenredar las influencias genéticas del ambiente compartido.”
Los científicos evaluaron los datos relevantes — por ejemplo prácticas parentales y el sentido evidente de la responsabilidad de los niños — en dos rondas: primero, durante los períodos adolescentes de los hermanos, y entonces otra vez cuando eran adultos jovenes.
Ramos y el equipo encontraron que ése consolida, bajo la forma de parenting positivo - es decir, reforzando y recompensando buen comportamiento — correlacione con un sentido de la responsabilidad más fuerte en los niños. Sin embargo, señalan que esta asociación era notablemente más visible en los hermanos que no sólo crecieron en el mismo ambiente, pero quién también fueron relacionados por la sangre.
“Esencialmente,” continúa a Ramos, “encontramos que las genéticas y el parenting tienen un efecto sobre estas características.”
“Los niños de la manera actúan o se comportan son debidos, en parte, a la semejanza genética y los padres responden a esos comportamientos del niño,” ella añade, explicando, “entonces, esos comportamientos están teniendo una influencia en la responsabilidad social y la conciencia de los niños.”
Los genes no determinan completamente comportamiento
El co-autor Jenae Neiderhiser subraya que estos hallazgos no indican que los triunfos de la naturaleza consolidan cuando se trata del compás moral y de la conciencia de una persona — lejos de ella.
No obstante, ella sugiere el tener presente que la DNA de una persona fija el tono para más que su aspecto físico.
“La mayoría de la gente asume,” explica Neiderhiser, “ese parenting forma el desarrollo del carácter virtuoso en niños vía caminos totalmente ambientales. Pero nuestros resultados sugieren que haya también influencias hereditarias.”
“Esto no significa que si los padres son concienzudos que sus niños también estarán sin importar cómo los niños parented. La significa, sin embargo, que los niños heredan una tendencia a comportarse de una manera particular y que esto no debe ser ignorada,” añade.
Sin embargo, Ramos también nos recuerda que tener una inclinación particular no significa que una persona no puede educarse para superarla o para desarrollarla, de acuerdo con las circunstancias.
Al final del día, qué materias son más las opciones conscientes una persona hace en una base diaria.
“Sus genes no son totalmente deterministas de quién usted es. Los genes simplemente le dan un potencial. La gente todavía toma sus propias decisiones y tiene agencia en formar quién ella hace.”
Amanda Ramos