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La exposición prenatal a la contaminación atmosférica común ligó a la debilitación cognoscitiva, del comportamiento
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Una relación de gran alcance entre la exposición de la hidrocarburo aromática (PAH) y los disturbios policíclicos prenatales en las partes del cerebro que apoyan la tratamiento de la información y el control del comportamiento han sido identificados por los investigadores. El estudio demostró reducciones en casi la superficie entera de la materia blanca del hemisferio izquierdo del cerebro -- la pérdida se asoció a un proceso más lento de la información durante la prueba de la inteligencia y problemas del comportamiento más severos, incluyendo ADHD y la agresión
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Los investigadores en el instituto para la mente que se convertía en el hospital de niños Los Ángeles (CHLA) y los colegas en el centro de la Universidad de Columbia para las higienes ambientales de los niños han encontrado una relación de gran alcance entre la exposición del PAH y los disturbios prenatales en las partes del cerebro que apoyan la tratamiento de la información y el control del comportamiento. Su estudio de 40 niños, seguido antes de nacimiento hasta 7 a 9 años de edad como parte de la cohorte basada en la Comunidad grande del centro, será publicado en línea por psiquiatría del JAMA el 25 de marzo.
Neurotoxic PAH (hidrocarburos aromáticas policíclicas) es ubicuo en el ambiente, en el hogar y en el lugar de trabajo. Las emisiones de los vehículos de motor, aceite y carbón quemando para la calefacción casera o producción de energía, los regueros de pólvora y burning agrícola, los sitios de los desechos peligrosos, humo de tabaco y los alimentos socarrados son todas las fuentes de exposición. El PAH cruza fácilmente la placenta y afecta a un cerebro del niño nonato; estudios animales anteriores demostraron que la exposición prenatal deterioró el desarrollo del comportamiento, del aprendizaje y de la memoria.
Los científicos llevaron por Bradley S. Peterson, MD, director del instituto para la mente que se convertía en el instituto de investigación de Saban de CHLA, junto con Virginia Rauh, ScD, y Frederica Perera, DrPH, PhD, de la escuela del cartero de la Universidad de Columbia de la salud pública, condujo un estudio de la juventud de la minoría para probar los efectos sobre la estructura del cerebro de la exposición del PAH durante el trimestre final del embarazo. Utilizaron la proyección de imagen de resonancia magnética (MRI) para medir los cerebros de 40 niños de una cohorte de más de 600 pares del madre-bebé de las comunidades minoritarias en New York City. Los investigadores de Colombia habían divulgado previamente que la exposición al PAH aerotransportado durante la gestación en esta cohorte fue asociada a disturbios neurodevelopmental múltiples, incluyendo retardo del desarrollo por la edad 3, redujeron el índice de inteligencia verbal en la edad 5, y síntomas de la ansiedad y de la depresión en la edad 7.
“Éste es el estudio más grande de MRI hasta la fecha de cómo exposición temprana de la vida a los agentes contaminadores de aire, específicamente PAH, afecte a la mente que se convierte,” dijo Peterson, que es también profesor de la pediatría y de la psiquiatría en la Facultad de Medicina de Keck de la Universidad de California del Sur. “Nuestros resultados sugieren que los PAH sean contribuidores a ADHD y otros problemas del comportamiento debido a los efectos quebrantadores de los agentes contaminadores sobre el desarrollo temprano del cerebro.”
El estudio demostró reducciones en casi la superficie entera de la materia blanca del hemisferio izquierdo del cerebro -- la pérdida se asoció a un proceso más lento de la información durante la prueba de la inteligencia y problemas del comportamiento más severos, incluyendo ADHD y la agresión. Exposición postnatal del PAH -- medido en la edad 5 -- fue encontrado para contribuir a los disturbios adicionales en el desarrollo de la materia blanca en la región prefrontal dorsal del cerebro, que se asocia a la concentración, al razonamiento, al juicio, y a la capacidad problem-solving.
Peterson explicó que las características morfológicas se asociaron a síntomas de ADHD en esta comunidad que la muestra diferenció de ésas divulgadas previamente en la juventud con el desorden, sugiriendo que la exposición a los niveles del PAH puede producir un subtipo específico de ADHD.
Peterson explicó que los resultados del estudio fueron limitados a una población de la minoría con un de alto nivel de la pobreza y del logro educativo bajo, y puede por lo tanto no generalizar a otras poblaciones, aunque expongan a las poblaciones urbanas empobrecidas de la minoría desproporcionado a los agentes contaminadores de aire. Mientras que este tamaño inicial del estudio también fue limitado, los investigadores están emprendiendo actualmente un estudio mucho más grande para confirmar y ampliar sus resultados.
“Nuestros resultados despiertan inquietudes importantes por los efectos de los agentes contaminadores de aire sobre el desarrollo del cerebro en niños, y las consecuencias de esos efectos del cerebro sobre la cognición y el comportamiento,” dicen Peterson. “Si están confirmados, nuestros resultados tienen implicaciones importantes de la salud pública, dadas la ubicuidad del PAH en agentes contaminadores de aire en la población en general.”