UNA NUEVA MIRADA A LA PROTECCIÓN RADIOLÓGICA

Se dice que la radiación es ionizante si tiene suficiente energía para arrancar un electrón de un átomo.

Este es el caso de los rayos X emitidos por los dispositivos de diagnóstico. La ionización causada por esta radiación “llueve” a través de la materia viva, lo que resulta en modificaciones químicas de las moléculas celulares. El impacto en un órgano determinado se cuantifica en Sieverts (Sv) o dosis equivalente.

La frecuencia y la duración de la exposición aumentan constantemente. Ante el aumento de cataratas entre los practicantes, el decreto n. 2018-437 del 4 de junio de 2018 reduce el límite de dosis de radiación para el ojo. Esta medida preventiva tiene como objetivo reducir al mínimo el riesgo de exposición a los rayos X. La única solución para trabajar con seguridad: llevar gafas radioprotectoras o radioopacas.