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Selección de los mejores refrigeradores o congeladores de laboratorio para su laboratorio

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Hemos preparado una guía rápida para encontrar el mejor frigorífico o congelador que se adapte a las necesidades de su laboratorio.

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En Froilabo entendemos que la gestión de la temperatura es una parte crítica de cualquier laboratorio y tiene que ser gestionada rigurosamente para mantener la actividad científica libre de errores. En esta práctica lectura, hemos preparado una guía rápida para encontrar el mejor frigorífico o congelador que se adapte a las necesidades de su laboratorio.

¿Qué es un frigorífico/congelador de laboratorio y cuáles son sus aplicaciones?

Un congelador de temperatura ultrabaja (ULT) suele tener un rango de temperatura de -45°C a -86°, mientras que los frigoríficos de laboratorio suelen funcionar entre 2°C y 10°C, aunque hay excepciones.

Los congeladores de laboratorio pueden utilizarse para una amplia gama de aplicaciones de almacenamiento biológico y biotecnológico en universidades, centros médicos y hospitales, laboratorios forenses y otros. En concreto, los congeladores ULT pueden utilizarse para almacenar muestras biológicas, como ADN/ARN, muestras de plantas e insectos, materiales de autopsia, sangre, plasma y tejidos, medicamentos químicos y antibióticos. Además, las empresas de fabricación y los laboratorios de pruebas de rendimiento suelen utilizar un congelador de temperatura ultrabaja para determinar la capacidad de los productos y la maquinaria para funcionar de forma fiable en condiciones de baja temperatura severas, como las que se dan en la región del Ártico.

Los frigoríficos de laboratorio han sido diseñados para almacenar muestras, especímenes, vacunas y medicamentos a un rango de temperatura muy específico. Los centros y profesionales sanitarios los utilizan para enfriar muestras o especímenes en el almacenamiento de suministros médicos o farmacéuticos. Por ejemplo, un banco de sangre utiliza un frigorífico de laboratorio para preservar la calidad de su suministro de sangre. Las farmacias también pueden utilizar un frigorífico de laboratorio para almacenar vacunas, medicamentos y otros compuestos sensibles a la temperatura para garantizar que no se estropeen.