Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
Japón: La transición de sus industrias hacia 2021
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Factores como el envejecimiento de la población, el impulso de la digitalización y el impacto actual de Covid-19 están configurando las perspectivas industriales de Japón a corto plazo.
{{{sourceTextContent.description}}}
He aquí una visión general de la industria japonesa en tres sectores: sanidad, automatización y arquitectura.
El sector industrial de Japón está muy diversificado, fabricando productos que van desde bienes básicos (como el acero y el papel) hasta tecnología punta. El país domina los sectores del automóvil, la robótica, la biotecnología, la nanotecnología y las energías renovables, y alberga algunos de los mayores fabricantes de productos electrónicos del mundo. Su sector industrial representa casi un tercio del PIB y emplea a una cuarta parte de la población activa japonesa.
Como en la mayoría de los países, la pandemia del Covid-19 ha tenido un gran impacto en la economía japonesa, con una contracción del crecimiento del PIB del 28% en el segundo trimestre de 2020. Aunque en el tercer trimestre mostró una recuperación del 23%, la economía sigue enfrentándose a múltiples retos. La plena reactivación depende en gran medida de la cantidad de personas que se vacunen y de que disminuya la preocupación por los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, aplazados hasta este verano.
Pero a pesar de ser la primera de las tres principales economías del mundo en caer oficialmente en recesión, la economía japonesa parece ir mejor que sus principales homólogos mundiales, mientras que la reputación de la industria japonesa en materia de innovación sigue siendo sólida. El gobierno japonés anunció en diciembre un enorme paquete de estímulo económico, que incluye nuevas medidas sin precedentes, como un Fondo Verde de 2 billones de yenes (casi 20.000 millones de dólares), principalmente para ayudar a ambiciosos proyectos ecológicos, así como un Fondo Digital para impulsar la digitalización.
1/ Sanidad: La intersección de la tecnología y la demografía
Los retos demográficos de Japón están bien documentados. Dado que la población japonesa envejece más rápidamente que la de cualquier otro país desarrollado, el mercado sanitario del país puede esperar un crecimiento sostenido. Yasushi Hasegawa, cofundador y director de la consultora de comercio e inversión Fenetre Partners, con sede en Tokio, explicó:
"El tamaño del mercado sanitario japonés ha crecido más del 50% en los últimos 20 años, mientras que el PIB ha crecido menos del 10% en el mismo periodo. Esperamos que siga creciendo a este ritmo durante la próxima década y más allá"
La mayor concienciación pública sobre los problemas de salud y la aplicación de políticas gubernamentales de apoyo han hecho que en Japón se dé cada vez más prioridad a campos de la salud como la medicina preventiva y los servicios de enfermería, con especial atención a la prevención de las enfermedades relacionadas con la edad. Esto ha impulsado el desarrollo en una amplia gama de sectores, como los nuevos medicamentos, los dispositivos médicos, los productos biofarmacéuticos y las nanomedicinas.
El floreciente mercado sanitario japonés presenta un abanico de nuevas oportunidades de negocio; por ejemplo, en genéricos, medicamentos sin receta y servicios de gestión sanitaria. Hay oportunidades lucrativas en el diagnóstico por imagen, la tecnología de la información sanitaria y el diagnóstico in vitro. Con Japón a la cabeza del mundo en tasas de escaneo de imágenes per cápita, la innovación de los endoscopios en miniatura tipifica cómo las empresas japonesas están aplicando la experiencia de vanguardia para optimizar la atención sanitaria.
En 2015, el Centro de Colaboración RIKEN-SRK para la Investigación de Robots Interactivos con Humanos y la empresa Sumitomo Riko desarrollaron Robear, un robot humanoide experimental para cuidados de enfermería que es capaz de levantar a los pacientes de las camas a las sillas de ruedas o ayudarles a levantarse, con un "toque suave"
Desde los robots enfermeros al lado de la cama hasta el uso de big data para reducir los tiempos de espera en los hospitales, la última tecnología está afectando a la sanidad japonesa en todos los ámbitos. El gobierno japonés planea crear diez hospitales basados en la IA para 2022 en respuesta a la falta de personal médico disponible y al aumento de los gastos.
El desarrollo de las tecnologías de sensores y dispositivos portátiles, así como el despliegue de las redes 5G, también están apuntalando una tendencia de asistencia sanitaria a distancia, que ha recibido un impulso adicional gracias a Covid-19. Akira Sugahara, socio principal de McKinsey Japón, dijo:
"Muchas empresas farmacéuticas comerciales japonesas están en camino hacia un modelo de compromiso con el cliente más centrado, integrado y omnicanal. Independientemente de cómo sea la "próxima normalidad", es probable que la transición para salir de la crisis requiera una mayor integración de las interacciones en persona y a distancia."
2/ Un futuro automatizado
El gobierno japonés lleva muchos años centrándose en mejorar la productividad mediante la automatización. Esto se ha convertido en una prioridad aún mayor, ya que las bajas tasas de natalidad del país y el aumento de la esperanza de vida han reducido la mano de obra nacional (las personas de entre 15 y 64 años) a menos del 60% de la población total. Según el McKinsey Global Institute (MGI), Japón necesitará multiplicar por 2,5 el crecimiento de la productividad durante la próxima década simplemente para mantener su reciente tasa de crecimiento del PIB (antes de la crisis). Yasushi Hasegawa dijo:
"Tecnologías como la analítica avanzada, la robótica, la visión artificial y la fabricación aditiva se consideran fundamentales para una futura "Sociedad 5.0" japonesa que aprovecha la IA y el IoT para impulsar la convergencia de los espacios físicos y cibernéticos."
Japón es líder mundial en la producción de robots y sistemas de automatización de fábricas. Cinco de los 10 principales productores mundiales son japoneses y, entre ellos, se estima que tienen una cuota de mercado mundial del 30%. La empresa japonesa Fanuc, por ejemplo, ha instalado casi cuatro millones de sistemas de control por ordenador y medio millón de robots industriales en todo el mundo. En una planta de Fanuc en Oshino, el uso de la fabricación automatizada para producir robots industriales de última generación ha permitido a la empresa reducir su personal humano a cuatro personas por turno.
La pandemia de Covid-19 y la consiguiente caída de la actividad económica han hecho que la automatización sea una prioridad en Japón, acelerando el cambio hacia la digitalización y permitiendo que más personas y procesos se muevan en línea. La imposición de medidas de cuarentena también ha hecho que un número creciente de empresas utilice robots para ayudar a proporcionar una experiencia sin contacto a los consumidores.
La empresa de robótica y tecnología Seikatsu Kakumei, por ejemplo, ha sacado al mercado lo que denomina un "robot digital de teletransporte", utilizado por los constructores de viviendas para realizar visitas remotas a casas modelo y por los restaurantes como camareros sin contacto. Japón también está desplegando un número creciente de robots en residencias de ancianos, escuelas y oficinas.
3/ La naturaleza de la arquitectura japonesa
En Japón, la arquitectura es un tema elevado que abarca varias generaciones: el país alberga una serie de templos exquisitos y consagrados, así como una gran cantidad de jóvenes arquitectos deseosos de superar los límites del diseño. Cuando se trata del entorno arquitectónico japonés, la yuxtaposición de lo antiguo y lo nuevo no sorprende en absoluto, ya que el país es tan conocido por su innovación e impulso como por la preservación de la cultura.
Las ciudades japonesas de Kioto y Osaka son dos prósperos centros de diseño, pero el consenso general es que Tokio es el punto más fértil de la arquitectura japonesa. Muchos la consideran el lugar clave donde nacen los nuevos negocios, mientras que su arquitectura de "desguace y construcción", que permite derribar y sustituir edificios, sugiere un apego menos sentimental al pasado y una apertura a nuevas ideas.
Entre ellas, se encuentra Woven City, la futura metrópolis móvil de Toyota, que empezará a construirse en febrero de 2021. Situada en Higashi-Fuji, el mayor fabricante de automóviles de Japón construirá un prototipo de ciudad del futuro en la que la gente vivirá, trabajará, jugará y participará en un laboratorio viviente en el que todo (personas, edificios y vehículos) estará conectado a través de datos y sensores.
Lo más destacado del proyecto es la nueva configuración de las carreteras. En Woven City, las carreteras se dividen en tres carriles: uno para los vehículos autónomos; otro para las opciones de micromovilidad, como la bicicleta, los patinetes y el vehículo i Walk de Toyota; y un camino lleno de plantas, con vegetación autóctona e hidropónica, para los peatones. Los robots y los drones desempeñarán un papel importante en la ciudad. Mediante el uso de IA basada en sensores, las casas inteligentes utilizarán la conectividad para ayudar a los residentes haciendo que los robots repongan automáticamente la nevera o saquen la basura y haciendo que los drones entreguen los envíos adquiridos a través de las compras online.
La ciudad se alimentará con la tecnología de pila de combustible de hidrógeno de Toyota, que se dice que no deja emisiones de carbono, y los edificios estarán hechos de madera neutra en carbono combinada con la artesanía tradicional de la carpintería japonesa realizada con nuevos métodos de producción robótica y rematada con paneles solares en el tejado.
Gracias a las creencias sintoístas y budistas de Japón, la conexión con la naturaleza siempre ha sido una característica importante de la arquitectura japonesa. Esto puede verse claramente en el énfasis en la luz natural y el uso de la madera en bruto como material de construcción, tanto en el exterior como en el interior. La arquitectura tradicional de madera de Japón se incluyó en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en 2020. Los destacados arquitectos Kengo Kuma y Sou Fujimoto han expresado en sus obras una profunda conexión con la naturaleza. Kuma es muy conocido por su amor a la madera, que se ha convertido en una especie de firma para su empresa de unos 300 empleados en Tokio, París, Shanghai y Pekín. Ha hablado de Covid-19 como una oportunidad para reimaginar el futuro de las ciudades y la necesidad de "edificios tranquilos y respetuosos con el medio ambiente" Fujimoto, que creció en la isla japonesa de Hokkaido, situada en el norte y muy arbolada, suele inspirarse en los bosques para sus proyectos, como la torre de uso mixto L'Arbre Blanc, en Francia, que tiene la forma de un árbol.
Muchos consideran que la evolución de la arquitectura japonesa está impulsada por acontecimientos naturales y artificiales que "sacuden" el sistema. El terremoto de Tohoku de 2011, por ejemplo, llevó a muchos diseñadores japoneses a imaginar productos y espacios que tuvieran menos que ver con el estilo y más con sus necesidades reales y su función. Los próximos Juegos Olímpicos, aunque todavía penden de un hilo, están generando un sinfín de nuevas iniciativas de arte, diseño, arquitectura y planificación urbana.
{{medias[40825].description}}
{{medias[40826].description}}
{{medias[40828].description}}
{{medias[40829].description}}