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Prótesis biónicas: La unión de la biología y la tecnología
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Para una persona que ha perdido una extremidad, cualquier tipo de prótesis puede suponer una gran diferencia, pero la colocación de un dispositivo biónico que proporcione al usuario una función intuitiva puede ser transformadora. Hablamos con el profesor Oskar Aszmann, director del Laboratorio Christian Doppler para la Restauración de la Función de las Extremidades de la Universidad Médica de Viena, sobre los últimos avances en la conexión de miembros robóticos con el cuerpo humano.
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Revista electrónica MedicalExpo: ¿Cómo se interesó por las prótesis biónicas?
Prof. Oskar Aszmann: Soy cirujano plástico y reconstructivo y me dedico a la cirugía neurológica (nervio periférico). Mi interés específico por la reconstrucción biónica surgió a raíz de un paciente que perdió ambos brazos hace 15 años. Empezamos a pensar en cómo podíamos reconstruir las extremidades cuando ya no estaban y nos dimos cuenta de que el camino a seguir era conectar los nervios a un dispositivo tecnológico.
MedicalExpo e-magazine: ¿Puede explicar cómo funciona su sistema?
Prof. Oskar Aszmann: Hay diferentes vías para que las neuroseñales salgan a la superficie y sean recogidas para poder hacer funcionar la prótesis. Existe la opción de captar la actividad cerebral con una interfaz cerebro-máquina, algo que persiguen algunos investigadores muy destacados, pero el problema es que la conectividad del sistema nervioso central es tan compleja que resulta difícil obtener señales claras y fiables sin mucho ruido de fondo. La otra opción es recoger las señales directamente del nervio, pero el problema es que las señales son muy pequeñas, estamos hablando de nanovoltios. Así que hemos optado por ir al músculo. Para nosotros, éste es un traductor de la información neuronal: puede traducir naturalmente la información en señales de control funcional. También es un amplificador, porque mientras que una señal neural está en nanovoltios, la actividad muscular está en macrovoltios y eso es algo que podemos captar no sólo directamente en el músculo, sino también a través de la piel con sensores.
Revista electrónica MedicalExpo: ¿Cómo se conecta el miembro biónico al cuerpo?
Prof. Oskar Aszmann: Hemos descubierto cómo introducir el cerebro en la máquina, pero el otro gran problema de la gestión protésica es cómo introducir la prótesis en el esqueleto. Estamos buscando la osteointegración, lo que significa que implantamos un dispositivo de titanio en el hueso, en el lugar donde se perdió el miembro. Esto permite que el paciente tenga una fijación muy rápida de la prótesis directamente al implante, por lo que no necesita un arnés. También existe la posibilidad de hacer llegar las bioseñales a la prótesis a través del hueso
Revista electrónica MedicalExpo: ¿Cuáles son las ventajas para el usuario de una prótesis biónica?
Prof. Oskar Aszmann: Hace poco vi a un paciente que perdió un brazo entero en un accidente de tráfico y ahora tiene ambos brazos que puede utilizar de forma intuitiva. Eso no habría sido posible sin la tecnología que hemos desarrollado en los últimos años. El dolor es un tema muy complejo, pero en general, si un paciente pasa por un proceso de restauración con un brazo biónico, sus niveles de dolor disminuyen.
Revista electrónica MedicalExpo: ¿Quién puede ser un candidato adecuado para un miembro biónico?
Profesor Oskar Aszmann: Desde el punto de vista biológico, cualquier persona que tenga una necesidad podría someterse a este tipo de procedimiento y acudir a nuestra clínica. Sin embargo, estas prótesis son dispositivos caros. Cuestan alrededor de 150.000 libras y a menudo las pagan las compañías de seguros. Por lo tanto, los límites pueden ser más financieros que biológicos.
MedicalExpo e-magazine: ¿Qué pronostica para el futuro de este campo?
Prof. Oskar Aszmann: Con toda probabilidad, en los próximos cinco años tendremos listo un sistema que podrá proporcionar señales de forma inalámbrica desde el cerebro a la máquina. Además, cuanto más se utilicen estas tecnologías, es de esperar que los precios bajen. Aunque el número de amputados es bajo, si pensamos que los pacientes con un derrame cerebral que han perdido el uso de un miembro también podrían beneficiarse de una prótesis biónica, entonces las cifras son mucho mayores. Si podemos hacer un buen uso de este tipo de tecnología para estos otros tipos de pacientes, entonces los precios bajarán.
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