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El descubrimiento de la endometriosis allana el camino para un tratamiento no hormonal
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Los científicos han descubierto que cierto tipo de células inmunitarias podría ser una causa principal de dolor pélvico en mujeres con endometriosis. El hallazgo podría llevar a nuevos tratamientos para una afección común que afecta a muchos millones de mujeres.
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La endometriosis es una afección de por vida en la que tejido como el que normalmente recubre el útero también crece fuera del órgano, típicamente en la cavidad pélvica.
Las estimaciones de la World Endometriosis Research Foundation sugieren que la endometriosis afecta a unos 176 millones de mujeres en todo el mundo.
Los crecimientos anormales, o lesiones, de la endometriosis pueden causar inflamación persistente, dolor e infertilidad.
Otros síntomas incluyen menstruación dolorosa y ovulación, fatiga, sangrado abundante y dolor durante el coito.
Hasta ahora, no hay cura para la endometriosis. La cirugía puede extirpar algunas lesiones y tejido cicatricial. Los tratamientos hormonales pueden ofrecer alivio de los síntomas, pero a menudo tienen efectos secundarios después de un uso prolongado. Existe una necesidad urgente de medicamentos no hormonales.
En el nuevo estudio, investigadores de las universidades de Warwick y Edimburgo, ambas en el Reino Unido, encontraron que la causa del dolor por endometriosis es un tipo de glóbulo blanco llamado macrófagos que ha sufrido cambios como resultado de la afección.
El equipo informa de los hallazgos en un artículo reciente del FASEB Journal.
Los macrófagos estimulan el crecimiento de las células nerviosas
La autora principal del estudio, la Dra. Erin Greaves, que ocupa puestos en ambas universidades, explica que los tratamientos convencionales que usan hormonas "no son ideales" porque se dirigen a la función ovárica y pueden desencadenar efectos secundarios, como la supresión de la fertilidad.
"Estamos tratando de encontrar soluciones no hormonales", añade.
Los macrófagos "modificados por la enfermedad" estimulan el crecimiento y la actividad de las células nerviosas mediante la liberación de la hormona de crecimiento insulínico factor 1 (IGF-1).
Estudios anteriores ya habían demostrado que los macrófagos tienen un papel central en el desarrollo de la endometriosis. Las células inmunitarias ayudan a que las lesiones crezcan y también impulsan el desarrollo de su suministro de sangre.
Investigaciones más recientes también han revelado que los macrófagos ayudan a los nervios a crecer en las lesiones.
El objetivo del nuevo estudio, señalan los autores, "era determinar el papel mecanicista de los macrófagos en la producción de dolor asociado a la endometriosis"
Después de realizar varias pruebas con células y ratones, sugieren que dirigirse a los macrófagos alterados podría ser una forma novedosa de tratar el dolor de la endometriosis.
Preparando el camino para tratamientos no hormonales
Las lesiones de endometriosis atraen y contienen un gran número de macrófagos. El ambiente de la enfermedad genera señales que alteran la función de las células inmunitarias.
Cuando examinaron cultivos celulares de macrófagos modificados por la enfermedad, los investigadores observaron cómo las células liberaban más IGF-1.
También encontraron que los niveles de IGF-1 en el tejido de la cavidad pélvica de las mujeres con endometriosis eran más altos que en las mujeres sin la afección y estaban en línea con sus puntuaciones de dolor.
En experimentos adicionales de cultivo celular, los investigadores demostraron que la adición de IGF-1 de macrófagos promovió el crecimiento y la activación de las células nerviosas.
Una última serie de pruebas reveló que la prevención de la actividad de la hormona mediante el bloqueo del receptor celular para IGF-1, "invierte el comportamiento de dolor observado en ratones con endometriosis"
El hecho de que las señales en el entorno tisular local puedan alterar la función de los macrófagos no es nuevo. Sin embargo, estos hallazgos arrojan nueva luz sobre lo que le sucede a los macrófagos en el caso específico de la endometriosis.
"Si podemos aprender sobre el papel de los macrófagos en la endometriosis", explica el Dr. Greaves, "entonces podemos distinguirlos de los macrófagos sanos y dirigirles el tratamiento"
"Este descubrimiento ayudará a encontrar formas de aliviar los síntomas de las mujeres con endometriosis"
Dra. Erin Greaves