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Los riesgos de una dieta inflamatoria
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Una nueva investigación publicada recientemente en Nutrientes resalta los detrimentos que una dieta inflamatoria puede tener en el aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer de mama. Aunque estudios anteriores han confirmado la influencia de la dieta en la salud general y la prevención del cáncer, este estudio detalla una correlación entre las dietas inflamatorias y antioxidantes y el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y de mama, específicamente.
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La investigación procede del programa Mecanismos moleculares y terapia experimental en oncología (Oncobell) del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto Catalán de Oncología (ICO), junto con el Instituto de Investigación en Salud de Biodonostia (IIS Biodonostia). Financiado en parte por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el estudio fue liderado por los investigadores Dr. Pilar Amiano del IIS Biodonostia, Dra. Mireia Obón-Santacana del IDIBELL-ICO, y Dr. Víctor Moreno, del IDIBELL-ICO.
En su estudio, el equipo observó de cerca a la población española usando dos herramientas específicas llamadas el Índice Inflamatorio Dietético (DII) y la Capacidad Antioxidante No Enzimática (NEAC). El DII y el NEAC son capaces de estimar el potencial inflamatorio y antioxidante de cualquier dieta en particular. Como afirman los autores, tanto las dietas inflamatorias como las antioxidantes han sido previamente asociadas con el cáncer colorrectal y de mama, ¿qué es una dieta inflamatoria o antioxidante? Aunque una dieta inflamatoria incluye alimentos que es más probable que usted considere poco saludables, como los carbohidratos refinados, la carne roja y procesada, y las grasas saturadas o trans, puede sorprenderse por lo que se clasifica como una dieta antioxidante, y los riesgos asociados que puede tener para estas dos clases de cánceres. En una dieta antioxidante, generalmente el individuo consume la mayoría de las verduras, legumbres, frutas y nueces. Sin embargo, "En este estudio nos hemos centrado en el papel de la dieta, y específicamente en su capacidad inflamatoria y antioxidante, ya que hay evidencia de que tanto la inflamación crónica como el estrés oxidativo influyen en el desarrollo de estos dos tipos de cáncer", dice el Dr. Víctor Moreno.
En la realización del estudio, los investigadores analizaron datos de doce provincias españolas que incluían 1852 casos de cáncer colorrectal y 1567 casos de cáncer de mama, así como 3.447 y 1.887 casos de control, respectivamente.
Encontraron una correlación específica entre las dietas y los dos tipos de cáncer. "Hemos observado una asociación entre el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal y el potencial inflamatorio de la dieta. Es decir, los participantes que siguieron una dieta inflamatoria tenían casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, que es el cuarto cáncer más frecuente en el mundo", explica la Dra. Mireia Obón. "Por otro lado, no hemos apreciado un aumento significativo en el riesgo de cáncer de mama. Por eso necesitamos realizar más estudios para comprobar si realmente existe alguna correlación con otros factores", añade. Como explica la Dra. Mireia Obón: "Seguir una dieta pro-inflamatoria y pro-oxidante es un factor de riesgo muy importante para el cáncer de colon. La parte positiva es que se trata de un factor modificable y, por lo tanto, puede ser cambiado. Por lo tanto, para prevenir tales cánceres, es muy importante seguir las recomendaciones de las agencias oficiales y de las agencias internacionales. Deberíamos reorientar nuestros hábitos alimenticios hacia una dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, nueces, cereales integrales y aceites saludables, como el aceite de oliva, y alejarnos de una dieta más pro-inflamatoria", insta.