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Asociación de la arquitectura intrínseca del cerebro con los cambios en los síntomas de la atención y el estado de ánimo durante el desarrollo
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1. La conectividad funcional en estado de reposo entre varias regiones del cerebro puede servir como un biomarcador útil para predecir los futuros síntomas neuropsiquiátricos como los déficits de atención, la ansiedad y la depresión en los niños.
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Nivel de calificación de la evidencia: 2 (Bueno)
El neurodesarrollo se ha convertido en un área de interés importante en lo que se refiere al mapeo de las trayectorias psiquiátricas y neurocognitivas. También hay un interés creciente en los biomarcadores que pueden permitir la predicción y la intervención temprana para las dificultades de atención, la ansiedad, la depresión y otras condiciones. Muchos procesos cognitivos son descendentes, de tal manera que la corteza prefrontal (PFC) y las regiones de orden superior informan a otras áreas, especialmente la PFC dorsolateral (DLPFC) y la corteza cingulada anterior (ACC) a través de sus conexiones, las redes de estado de reposo y la conectividad, en lugar de la localización, son los componentes críticos para determinar los resultados. En este estudio de cohorte, 94 niños que fueron inscritos en otro estudio longitudinal de desarrollo relacionado con la predicción de discapacidades de lectura fueron estudiados para evaluar si los patrones específicos de conectividad cerebral están asociados con cambios longitudinales en los puntajes de la Lista de Control del Comportamiento Infantil (CBCL), una evaluación de informe de los padres utilizada para evaluar los problemas emocionales, de comportamiento y sociales y para predecir enfermedades psiquiátricas. Como parte del estudio, se midió la conectividad de la IRMf en estado de reposo (rs-fMRI) a los siete años de edad, y se reevaluó anualmente durante cuatro años. Después de cuatro años de seguimiento, se disponía de datos de 54 de los 94 niños originales. Los investigadores encontraron que la reducción del acoplamiento positivo entre el PFC medial y el DLPFC a los 7 años de edad se asoció con una disminución de los síntomas de atención cuatro años más tarde (p=0.01, β=0.32). Además, la reducción del acoplamiento entre el ACC subgénero y el DLPFC a los 7 años de edad se asoció con un aumento de los síntomas del estado de ánimo (es decir, ansiedad y depresión) dentro de los cuatro años siguientes (p=0,01, β=0,30). Curiosamente, la conectividad subgenual del ACC-DLPFC fue un predictor más fuerte de los síntomas de transición de los niveles subclínicos a los clínicos que las puntuaciones iniciales del CBCL. Por lo tanto, los hallazgos de este estudio resaltan la importancia de la conectividad funcional no sólo para predecir los síntomas futuros, sino para determinar quiénes pueden estar en riesgo y necesitar una intervención temprana.