Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
Los recién nacidos no contraen el COVID a través de la leche materna infectada: estudio
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Un nuevo estudio ofrece más garantías de que las madres infectadas por el SRAS-CoV-2 pueden amamantar a sus bebés con seguridad.
{{{sourceTextContent.description}}}
El estudio de 55 bebés nacidos de madres con COVID-19 descubrió que ninguno contrajo el virus, a pesar de que la mayoría empezó a tomar leche materna en el hospital.
Los investigadores afirman que los resultados respaldan los consejos de las autoridades de salud pública. El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que las madres con COVID-19 sospechoso o confirmado pueden seguir amamantando.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. han dicho que la leche materna "no es una fuente probable" de transmisión del SARS-CoV-2, y que las madres infectadas pueden dar el pecho siempre que tomen algunas precauciones.
"Si te lavas las manos y usas una mascarilla, no hay razón para que no puedas amamantar", dijo el Dr. Marcel Yotebieng, profesor asociado de la Facultad de Medicina Albert Einstein de Nueva York.
Yotebieng es coautor de un editorial publicado con el nuevo estudio el 13 de abril en la revista Pediatrics.
Afirmó que, aunque ya existen recomendaciones sobre la lactancia materna, es importante que los estudios sigan rastreando si se producen infecciones infantiles relacionadas con la leche materna.
Estos últimos hallazgos no descartan esa posibilidad, dijo la investigadora principal, la Dra. Noa Ofek Shlomai, que dirige la unidad neonatal del Centro Médico Hadassah y de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
"Pero la transmisión por la leche materna es muy poco probable", dijo Shlomai.
Para el estudio, los investigadores siguieron a 55 bebés nacidos en el centro médico israelí de madres que dieron positivo en la prueba del SARS-CoV-2. Todos los recién nacidos dieron negativo en la prueba de la infección poco después del parto.
Tres cuartas partes de los bebés recibieron leche materna durante su estancia en el hospital, y aún más -el 85%- fueron amamantados después de volver a casa. Ninguno se infectó con el coronavirus, según las pruebas de detección realizadas dos o tres semanas después de salir del hospital.
Al principio de la pandemia, el hospital de Jerusalén tenía la política de separar a los recién nacidos de sus madres seropositivas al SARS-CoV-2. Por ello, los bebés de este estudio recibieron leche materna extraída con biberón.
Pero Shlomai dijo que eso ya no parece necesario, siempre que se sigan las medidas de seguridad, como el uso de mascarillas y el lavado de manos.
Esto también está en consonancia con las recomendaciones existentes, señaló Yotebieng. En general, la OMS recomienda el contacto piel con piel y la lactancia materna al poco de nacer el bebé, lo que también se aplica a las madres con COVID-19.
Yotebieng planteó otra cuestión: ¿Es posible que la leche materna proporcione a estos bebés anticuerpos contra el virus? Según Yotebieng, se han detectado estos anticuerpos en la leche materna de mujeres infectadas, pero no está claro si ayudan a proteger a los bebés.
"Por eso necesitamos más investigación", añadió.
Lo que sí parece cada vez más claro, según Shlomai, es que el riesgo de que los bebés contraigan el COVID-19 a través de la lactancia materna es "muy bajo"
Y cualquier riesgo tendría que sopesarse con los "enormes" beneficios de la lactancia materna, según Yotebieng.
Por un lado, se cree que favorece el desarrollo del sistema inmunitario de los bebés. Los bebés amamantados son menos propensos a desarrollar infecciones de oído, diarrea, asma e infecciones pulmonares graves, según los CDC.
"Debemos recordar que también hay otras infecciones además del SARS-CoV-2", dijo Yotebieng.