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Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, han creado una batería flexible que se alimenta del sudor.
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El dispositivo podría proporcionar una nueva forma de dar energía a los wearables médicos, algunos de los cuales ya utilizan el sudor para detectar o controlar enfermedades. El dispositivo estirable incorpora copos de plata que se agrupan y generan una pequeña corriente eléctrica en presencia del sudor.
Los wearables médicos son cada vez más omnipresentes. La posibilidad de controlar las constantes vitales o la evolución de una enfermedad mediante una tecnología tan discreta y cómoda tiene ventajas evidentes. Sin embargo, en interés del medio ambiente, sería ventajoso alejarse de las tecnologías tradicionales de baterías, y ¿qué podría ser mejor que permitir que tu cuerpo alimente tu wearable?
"Las baterías convencionales son más baratas y más comunes que nunca, pero a menudo se construyen con materiales no sostenibles que son perjudiciales para el medio ambiente", dijo Lyu Jian, un investigador que participó en el estudio, en un comunicado de prensa. "También son potencialmente perjudiciales en los dispositivos portátiles, donde una batería rota podría derramar fluidos tóxicos sobre la piel humana. Nuestro dispositivo podría ofrecer una oportunidad real de prescindir por completo de esos materiales tóxicos"
La nueva batería utiliza el sudor como fuente de energía. El sudor es rico en iones de cloruro, y es esta propiedad la que aprovecha la batería. Consiste en un tejido elástico sobre el que los investigadores depositaron tinta que contenía copos de plata, para que actuaran como electrodos. La acidez y los iones de cloruro del sudor hacen que los copos se aglutinen, lo que da lugar a una carga eléctrica. Como puede almacenar el sudor absorbido durante largos periodos, la batería puede generar energía incluso cuando alguien no está haciendo ejercicio y sudando activamente.
"Nuestra tecnología marca un hito hasta ahora inalcanzable en el diseño de dispositivos portátiles", afirma Lee Pooi See, otro de los creadores de la nueva batería. "Al aprovechar un producto omnipresente, la transpiración, podríamos estar ante una forma más ecológica de alimentar los dispositivos vestibles que no depende de las baterías convencionales. Se trata de una fuente de energía casi garantizada producida por nuestro cuerpo. Esperamos que la batería sea capaz de alimentar todo tipo de dispositivos vestibles"
De momento, el equipo ha probado la batería en algunos voluntarios. Un voluntario montó en bicicleta durante 30 minutos, y durante ese tiempo la batería alimentó con éxito un sensor de temperatura que se comunicaba con un smartphone a través de Bluetooth.
"Nuestro dispositivo podría ser más duradero que la tecnología actual, ya que hemos demostrado que puede soportar la tensión de las actividades diarias del usuario y la exposición repetida al estrés o al sudor", afirma Lee Pooi See. "El delgado tamaño de nuestra batería también resuelve dos problemas en la tecnología para llevar puesta: las baterías de botón tradicionales son un problema para conseguir el tipo de estética elegante que resulta atractivo para los consumidores, mientras que las baterías más delgadas reducen la capacidad del artículo de llevar suficiente carga para durar todo el día."