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Un equipo de investigación de la Universidad Atlántica de Florida ha probado la capacidad de un gato robótico para influir en el estado de ánimo y la cognición de los pacientes con demencia.
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El dispositivo peludo se mueve y hace ruidos realistas, y puede proporcionar una fuente de compañía y entretenimiento a los pacientes, sin el compromiso de cuidar a un animal real. Dado que los pacientes con demencia pueden experimentar síntomas psicológicos, como ansiedad y depresión, la tecnología representa una intervención de bajo impacto que evita los posibles efectos secundarios del tratamiento farmacológico.
La demencia es un gran reto para quienes la padecen, así como para sus familiares y cuidadores. No es de extrañar que los pacientes con demencia experimenten a menudo síntomas psicológicos, como ansiedad, agresividad y depresión. En la actualidad, estos síntomas suelen tratarse con fármacos, como las benzodiacepinas y los antidepresivos, pero estos tratamientos conllevan un riesgo de efectos secundarios.
"Como no hay cura para la demencia, nuestro proyecto ofrece una forma de abordar los síntomas de forma natural y sin el uso de tratamientos farmacológicos, que pueden ser o no eficaces y tener posibles efectos secundarios perjudiciales", afirma Bryanna Streit LaRose, investigadora que participa en el estudio.
Esta última técnica se basa en la terapia con animales de compañía, en la que la interacción con mascotas, como perros o gatos, puede aportar beneficios psicológicos a los pacientes. Sin embargo, soltar una manada de perros o gatos en un centro asistencial parece una receta para el caos y el desastre, y los pacientes con demencia pueden no estar preparados para atender las necesidades de un animal vivo.
Estos investigadores dieron con la robótica como solución, ya que un animal robótico podría proporcionar los beneficios de la terapia con mascotas sin las complicaciones de los animales vivos. Su dispositivo se basa en un gato real. Se le puede acariciar y, a su vez, interactúa con los pacientes moviéndose y haciendo ruidos realistas.
En un ensayo de campo, los investigadores probaron el gato en una residencia para adultos con demencia. Cada participante recibió su propio gato, y la mayoría disfrutó interactuando con los robots.
"Además de mejorar el estado de ánimo, el comportamiento y la cognición, estos gatos robóticos como mascotas proporcionaron a nuestros participantes una forma alternativa de expresarse", dijo Lisa Kirk Wiese, otra investigadora que participó en el estudio. "Es importante destacar que la mejora del estado de ánimo y el comportamiento general de los individuos con enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas puede mejorar también la calidad de vida de sus cuidadores y familiares"
Vea un vídeo sobre el proyecto a continuación.