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El mantra es que los niños son bienvenidos, no infantiles. Diseñar para pacientes jóvenes significa diseñar espacios que inspiren confianza, fomenten el juego y ofrezcan esperanza. Nuestro objetivo es ofrecer espacios pediátricos que transmitan confianza y actualidad técnica, que fomenten la interacción y la participación de los pacientes y que infundan una sensación de hogar para todas las edades.
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Nuestro equipo de médicos y especialistas en pediatría lleva más de 20 años estudiando los enfoques del diseño pediátrico para fundamentar el proceso de programación y diseño. A continuación se exponen las ideas fundamentales que construyen la filosofía de diseño de nuestro proceso de planificación de la atención sanitaria pediátrica.
1. Compromiso a todos los niveles
Atraiga a los pacientes y las familias a todos los niveles con distracciones positivas. Proporcionar espacios para pacientes y visitantes que incluyan actividades de distracción adecuadas a la edad, como paredes interactivas multitáctiles, salas de juegos para pacientes jóvenes y espacios de reunión de alta tecnología para adolescentes. Elaborar un lenguaje arquitectónico que los niños y los adultos entiendan intuitivamente. Utilizar la forma, los materiales, el color y la textura para crear lugares en los que los pacientes y sus familias tengan una sensación de pertenencia y un ambiente más parecido al del hogar.
2. Diseñar pensando en las familias
Apoye el papel de los familiares como cuidadores. Los padres deben ser considerados socios y cuidadores importantes de sus hijos. Haga hincapié en el espacio para las familias, incluyendo habitaciones para dormir en familia, cocinas familiares, instalaciones de lavandería, almacenamiento adicional y otros espacios que permitan a las familias continuar con sus rutinas familiares y reconfortantes. Proporcionar tecnología para que las familias puedan conectarse con el trabajo, el hogar y la escuela. Los espacios para las aulas dan a los niños la oportunidad de continuar su educación durante el proceso de tratamiento y camas más grandes para los niños más pequeños que quieren dormir con sus padres.
3. Barrios
Dado que las necesidades sociales y de privacidad de los pacientes pediátricos son diferentes a las de los adultos, la organización de la propia unidad debe responder en consecuencia. La disposición lineal de "hotel" de las unidades de hospitalización de adultos carece de la estimulación ambiental tan importante para un niño en desarrollo.
La futura unidad de hospitalización pediátrica puede organizarse en torno a barrios con identidad propia y parámetros emocionalmente accesibles. Descomponer la escala de la unidad puede reducir el estrés de los pacientes, las familias y los cuidadores, ya que pueden centrar sus energías en "vivir" en un espacio de tamaño más adecuado.
4. Integrar espacios flexibles
Permitir la comodidad de las familias en los entornos ambulatorios pediátricos incorporando zonas de juego interactivas para los hermanos y salas de examen flexibles que se adapten a las familias. Diseñar las habitaciones de los pacientes de forma que se adapten a la agudeza para minimizar la necesidad de trasladar a los pacientes y causar molestias a las familias.
5. Aprovechar los principios de diseño basados en la evidencia
Aproveche el diseño basado en la evidencia. Utilice estrategias de diseño basadas en la evidencia para desarrollar un entorno de curación que sirva de base para las mejores prácticas en el futuro. Diseñe las salas de procedimientos y las salas de atención al paciente para que sean del mismo tipo siempre que sea posible, a fin de crear un entorno predecible y estandarizado que permita reducir los errores médicos.
6. Mejorar el proceso y las operaciones a través del diseño
Mejore los procesos mediante el diseño. Minimizar el riesgo y racionalizar los procesos para mejorar la experiencia, la eficiencia y la productividad. Utilizar Lean Six Sigma y otras herramientas de proceso, así como la tecnología, para mejorar el modelo de atención.
7. La seguridad es importante
Identifique numerosos escenarios para garantizar que la seguridad y la protección se entretejan en el diseño desde el principio, incluyendo rutas bien pensadas y separadas de circulación dentro y fuera del escenario, y precauciones adecuadas para la prevención y el control de infecciones
8. Entorno curativo
Diseñar para influir en el entorno físico. Tenga en cuenta la luz natural, el control del ruido y la acústica, la calidad del aire, la privacidad, el apoyo social y las distracciones positivas al diseñar un entorno de curación. Si es posible, separe las zonas de tratamiento de los espacios para pacientes, para que la habitación del paciente sea un refugio seguro. Tenga en cuenta a los pacientes con necesidades especiales, incluidos los niños autistas, y proporcione entornos de curación de baja estimulación.
Además, hay que llevar la curación al exterior. Los niños necesitan acceder a espacios terapéuticos al aire libre que sean lúdicos y curativos, calmantes y rejuvenecedores. Los entornos de curación al aire libre, como los jardines de curación y los espacios de actividad, crean oportunidades para mejorar las conexiones entre el interior y el exterior que minimizan el estrés de los niños y las familias, y permiten que los niños sean niños, incluso en un entorno sanitario.
9. En apoyo de los cuidadores
Reconocer las exigencias que planteamos a los cuidadores, reconocer la inversión emocional que hacen cada día y proporcionar zonas de descanso y recarga con luz natural y teniendo en cuenta sus propios ritmos circadianos. Diseñe la unidad para que los enfermeros puedan pasar más tiempo junto a la cama, tengan mayor visibilidad en toda la unidad y puedan acceder rápida y fácilmente a la medicación y los suministros.
10. Conectividad con las redes sociales
Uno de los principales impulsores de este cambio es sin duda la nueva tecnología. Nuestros hijos se acercan e interactúan con sus redes sociales de una forma nunca antes vista, que se conectará a nuestras salas de hospital de la misma forma que lo hace con las aulas, los museos, nuestros ordenadores portátiles y nuestros smartphones.
Podemos crear un mundo en el que estar en el hospital no signifique separar a un niño de su círculo de amigos. Las escuelas y los clubes sociales entran en la habitación a todo color, permitiendo la participación y fomentando la identidad social. Aquí, la vida de un niño no se ve "interrumpida" por un episodio clínico.
El muro de contención desempeñará un papel importante en este nuevo entorno, formado por una pantalla que puede pasar de desarrollar una aplicación en un minuto a un cuadro de mando de la salud del paciente al siguiente. Pero la conectividad será más que virtual. Estas redes exigirán una presencia física a medida que el hospital se convierta en un espacio social, transformando una zona que antes era clínica en un centro comunitario. Las zonas de la unidad acogerán fiestas de cumpleaños, citas para jugar, sesiones de estudio y la infinidad de actividades de grupo que forman parte de la vida cotidiana.
11. Impacto en la salud de la población
Se necesitará un espacio multidisciplinar para apoyar programas que atraigan a organizaciones comunitarias, líderes religiosos, educadores, policía y grupos de seguridad.
Las actividades para estos grupos pueden incluir servicios religiosos personales o en grupo, clases sobre los peligros del abuso de alcohol y sustancias entre los adolescentes y sesiones educativas sobre servicios de salud mental y conductual para aumentar la concienciación. Los consejeros de admisión a la universidad pueden organizar entrevistas con posibles solicitantes y el personal de respuesta a emergencias puede ampliar su alcance educativo mediante diálogos sobre seguridad pública.
Las organizaciones sanitarias que creen espacios y oportunidades para este tipo de actividades tendrán más éxito en sus iniciativas de salud de la población y reforzarán la integración de la salud en la vida "normal" de sus pacientes y familias