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Los 7 elementos imprescindibles para el médico del siglo XXI
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Durante mucho tiempo, los médicos han confiado en los métodos tradicionales a la hora de consultar a los pacientes y han seguido una plantilla rutinaria similar a la siguiente: los pacientes acuden al médico que les ausculta con técnicas manuales, sin olvidar el estetoscopio, y les prescribe algún medicamento o cambio de estilo de vida. En casos concretos, les recomendará un método de diagnóstico más detallado como la ecografía, la radiografía o incluso la derivación a un especialista.
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Sin embargo, ya estamos en la tercera década del siglo XXI y la disrupción que ha supuesto la sanidad digital ha cambiado radicalmente la forma de consultar a los pacientes desde hace años. El médico del siglo XXI puede llevar, literalmente, un departamento de herramientas de diagnóstico en su maletín, y sí, incluso el icónico estetoscopio del médico está anticuado.
Entonces, ¿cuáles son esos aparatos imprescindibles para el médico del siglo XXI? ¿Y por qué no vemos a todos esos médicos de alta tecnología por ahí, intentando avergonzar al Doctor Who? Además, ¿son sustitutivos del sistema sanitario tradicional? Acompáñenos a explorar estas preguntas y otras más en nuestro último artículo.
1. El estetoscopio se digitaliza (y se casa con el ECG)
Si pudiéramos coger la TARDIS y retroceder en el tiempo hasta el siglo XIX, cuando un médico francés llamado Dr. Laënnec inventó el estetoscopio, nos encontraríamos con la consabida resistencia a adoptar una nueva tecnología. Los compañeros médicos pensaban que sería una carga distanciarse del paciente, confiando en sus oídos por encima de una pieza de tecnología. Tuvieron que pasar tres décadas para que el estetoscopio fuera ampliamente aceptado por su utilidad y acabara convirtiéndose en el símbolo universal actual de ser médico. Sin embargo, debemos decir que incluso el estetoscopio tradicional se ha quedado anticuado con la revisión digital que recibió.
Aprobado por la FDA, con autorización CE y compatible con aplicaciones que cumplen la HIPAA, el Eko Core es uno de los principales ejemplos de la evolución del estetoscopio. Su último producto estrella, el 3M Littman Core, puede amplificar los sonidos del corazón 40 veces en modo digital, tiene cancelación de ruido activa, funciona con siete niveles de amplificación y viene con detección automática de soplos. Incluso permite al usuario afinar las lecturas con ajustes como el órgano en el que se centra (corazón, pulmón u otro) y la posición del paciente (sentado o de pie). A través de su aplicación, los usuarios pueden incluso guardar y compartir lo que escuchan, y sí, hay incluso una función de transmisión en vivo para fines telemédicos.
También tuvimos en nuestras manos el Eko Duo ECG+Estetoscopio. Ambos dispositivos (el Littman Core y el Eko Duo) fueron probados recientemente por The Medical Futurist, puedes ver el vídeo en nuestro canal de YouTube.
El Duo es una combinación de estetoscopio digital y dispositivo de ECG inalámbrico con soplos automatizados y detección de AFib, 32x amplificación de sonido que se conecta a su dispositivo Bluetooth, y es aprobado por la FDA y compatible con HIPAA.
Puede utilizar el Duo para amplificar los sonidos cardíacos, pulmonares e intestinales, comprueba automáticamente los soplos cardíacos y la fibrilación auricular en segundo plano mediante el software Eko sin interrumpir el examen, identifica la taquicardia y la bradicardia y guarda grabaciones ilimitadas. Fascinante, ¿verdad?
2. Dispositivo de ECG que cabe en la cartera
Si le piden que se imagine un aparato de electrocardiograma (ECG), probablemente pensará en una máquina enorme con cables enredados que se conectan a un monitor para dar lecturas de la actividad cardíaca. Pues bien, con la llegada de la salud digital, esta máquina se ha reducido de tamaño para caber literalmente en su cartera.
Los aparatos KardiaMobile han evolucionado bastante, puedes ver cómo han seguido las generaciones en esta imagen que publicamos recientemente.
El último, llamado KardiaMobile Card, es un ECG de bolsillo de una sola derivación, homologado por la FDA, que tiene las dimensiones de una tarjeta de crédito. Y no estamos hablando en sentido figurado. La tarjeta detecta seis tipos de arritmias, fibrilación auricular, bradicardia, taquicardia, PVC, ritmo sinusal con SVE y ritmo sinusal con QRS ancho, y se conecta a su teléfono/tableta (por encima de iOS 10.3.3, Android OS 6.0, y consulte la lista de dispositivos compatibles aquí) a través de Bluetooth. Viene con una "membresía", que le da un análisis de ECG mejorado y más información sobre su salud cardíaca.
Recientemente hemos probado la tarjeta, el vídeo saldrá en unos días, estate atento a nuestro canal de YouTube, si te interesa.
Mientras tanto, aquí está el anterior, pero impresionante gadget de Kardia que probamos, el 6L, que es un dispositivo de ECG de bolsillo de 6 derivaciones, autorizado por la FDA, de grado médico, que mide el corazón de uno con la capacidad de detectar condiciones como la fibrilación auricular (AFib) y frecuencias cardíacas anormalmente altas/bajas (taquicardia/bradicardia). Transmite las lecturas a su smartphone y los resultados pueden almacenarse y/o compartirse.
3. Lecturas de la presión arterial en 30 segundos
Otro dispositivo médico centenario que recibe tratamiento digital es el tensiómetro. Inventado en 1881, la versión del siglo XXI es bastante diferente, como indica la línea de tensiómetros iHealth, autorizados por la FDA. Por ejemplo, el ligero y portátil iHealth Clear mide la presión sistólica, diastólica y la frecuencia cardíaca en apenas 30 segundos También se conecta a un smartphone para almacenar los resultados en un diario digital y es capaz de comparar las lecturas con mediciones anteriores para ayudar a tomar mejores decisiones sobre prevención y tratamiento.
Los fabricantes trabajan constantemente para ofrecer soluciones más fáciles y cómodas para controlar la presión arterial, como este smartwatch de Omron que hemos probado. Por el momento me parece que el objetivo es grande, el trabajo es necesario, pero aún no llegamos a él. Sinceramente, el reloj era un poco escaso.
4. Ultrasonido ultraportátil
Sí, vivimos en un mundo en el que incluso existen versiones portátiles de dispositivos de diagnóstico avanzado como la ecografía. Anteriormente probamos el Philips Lumify y el Clarius Portable Ultrasound, dos dispositivos de este tipo que sacan el diagnóstico basado en ultrasonidos de los confines del hospital para que puedas tener acceso a él literalmente estés donde estés. Se combinan con un dispositivo inteligente para ofrecer imágenes de ultrasonido de alta resolución en tiempo real, similares a las que se esperan de una ecografía tradicional.
El último que hemos tenido en nuestro poder ha sido el Kosmos de EchoNous, hasta ahora el único ecógrafo portátil que se ha comparado con las máquinas basadas en carros que he podido probar. El dispositivo portátil respaldado por la IA me sigue impresionando.
Esta es la promesa de la sanidad digital: llevar la atención médica de vanguardia allí donde se necesite, en lugar de tener que ir a un centro de vanguardia cuando se necesite.
5. Tecnología para los oídos en el bolsillo
El examen del oído puede ser incómodo para el paciente y un reto para los médicos en caso de canales auditivos pequeños o parcialmente obstruidos. Pero hay una aplicación para eso Bueno, no sólo una aplicación, sino un dispositivo y una aplicación. El otoscopio Cellscope convierte el iPhone del usuario en un otoscopio de vídeo inteligente y, con la aplicación, graba y almacena vídeos e imágenes del canal auditivo y del tímpano, al tiempo que los sincroniza con la aplicación web para facilitar su revisión.
El otoscopio de bolsillo de WiscMed pretende superar estos problemas con su nanocámara integrada, que ofrece imágenes claras del tímpano. Éstas pueden examinarse cómodamente en el monitor de un ordenador, sin molestar al paciente, en forma de imágenes y vídeos.
6. Alta tecnología ocular
Basándose en una patente exclusiva del MIT, EyeQue produce dispositivos que democratizan la tecnología de examen ocular. El Personal Vision Tracker mide el estado refractivo de una persona, incluida la miopía o la hipermetropía y el astigmatismo, mientras que el EyeQue Insight determina la agudeza visual. Ligeros, asequibles y precisos, permiten realizar pruebas oculares a distancia y llevarlas allí donde se necesitan, cumpliendo una vez más la promesa de la salud digital.
7. ¿El paquete todo en uno?
Star Trek hizo que todos los médicos babearan por el tricorder, un dispositivo para analizar una gran cantidad de parámetros del paciente en minutos desde un solo aparato. El Viatom CheckMe Pro es lo más parecido. Este dispositivo portátil, aprobado por la FDA, mide el ECG, el nivel de oxígeno en sangre, la temperatura corporal, la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el recuento de pasos y muchos otros parámetros de salud. Hay otras empresas que coquetean con una idea similar, como la BioSticker de BioIntelliSense y la MedWand que se presentó en el CES de este año, ¡y estamos deseando verlas en acción!
Resistencia al cambio... pero la resistencia es inútil, ¿o no?
A pesar de que estas tecnologías ya están disponibles, los informes muestran que alrededor de algo menos de la mitad de los médicos eran propensos a adoptar nuevas tecnologías selectas como la telemedicina y la inteligencia artificial en el futuro en estas cifras de 2019. Estamos esperando ansiosamente nuevas estadísticas, ya que nuestra suposición es que la pandemia debe haber tenido un impacto. Entonces, ¿por qué no se adoptan más estos dispositivos?
En primer lugar, simplemente porque muchos no son conscientes de la existencia de estos dispositivos. Los médicos suelen estar ocupados con su rutina diaria y con mantenerse al día de las últimas investigaciones sobre lo que pueden ofrecer tecnologías como CRISPR, pero no están al tanto de las tecnologías disponibles de inmediato. Algunos incluso pueden pensar que esos dispositivos no están a la venta o son caros. Pero, de hecho, han sido aprobados por los organismos reguladores, están disponibles en el mercado y no son tan caros como sus homólogos tradicionales.
Por ejemplo, el EyeQue Personal Vision Tracker cuesta 35 dólares, ¡menos que una montura de diseño! El estetoscopio Littmann Master Cardiology cuesta unos 225 dólares, mientras que el estetoscopio digital Eko Core tiene un precio de 300 dólares. No se trata de anuncios promocionales, sino de meras comparaciones, y es de esperar que el precio baje aún más a medida que avance la tecnología.
Además, todavía existe una reticencia a adoptar las nuevas tecnologías para realizar el arte de la medicina, similar a la que se enfrentó el Dr. Laënnec. Muchos piensan que estos dispositivos acabarán con el mencionado arte, cuando en realidad están presentes para ayudar a los médicos a establecer una mejor relación con sus pacientes al obtener resultados más rápidos con más datos. Estos dispositivos necesitan adoptantes para que la salud digital sea una realidad global y sería mejor que fuera cuanto antes.
No se trata de un hospital en una bolsa
Por muy tentadora que sea la idea de este epígrafe, estos dispositivos están lejos de sustituir a los hospitales por completo. Éstos seguirán siendo necesarios para poder realizar pruebas más profundas, como resonancias magnéticas, análisis de laboratorio, cirugías y atención focalizada para casos críticos. Y de hecho, estos dispositivos de diagnóstico portátiles pueden ayudar a aliviar la carga de los centros sanitarios, permitiendo que estas instituciones se centren en proporcionar atención crítica cuando sea necesario. Veamos cómo.
La OMS prevé que en el mundo faltarán 12,9 millones de trabajadores sanitarios en 2035. Con estos dispositivos, incluso los profesionales sanitarios que no son médicos pueden realizar exámenes básicos dondequiera que estén, y enviar los datos a los médicos para un análisis detallado cuando sea necesario. Las regiones remotas y subdesarrolladas son las principales áreas donde la salud digital puede mostrar su potencial.
También habrá observado que estos dispositivos no sólo alivian la carga del sistema sanitario, sino que también dan poder a los pacientes. A medida que estas tecnologías se vuelvan más asequibles y sean adoptadas por el público, el punto de atención se desplazará en su dirección. Podrán controlar mejor sus parámetros de salud, compartirlos con sus médicos a través de la nube y tomar medidas posteriores si se detectan anomalías. Estos exámenes iniciales se harán en la comodidad del hogar de los pacientes y sólo cuando se presenten signos sospechosos tendrán que desplazarse a los hospitales para una atención más profunda.
La sanidad digital está suponiendo una auténtica revolución, democratizando el diagnóstico, la comunicación, la educación sanitaria y trasladando el punto de atención a donde debería haber estado todo este tiempo: el paciente. Los responsables políticos también deberían incentivar a los centros sanitarios y a los médicos para que integren estos dispositivos en la práctica asistencial habitual, así como concienciar a los pacientes sobre las ventajas de estas tecnologías e incentivarles para que lleven sus propios dispositivos y compartan sus datos durante las reuniones médico-paciente.
Todo esto es posible en el siglo XXI y, a medida que avancemos en esta nueva década, seguro que veremos casos globales de tecnologías que alteran el panorama sanitario para mejor.