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Investigadores del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio han probado los calcetines inteligentes PUP (Patient is Up), desarrollados por una empresa de tecnología médica llamada Palarum, en su capacidad para reducir las caídas entre los pacientes de riesgo.
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Los calcetines contienen sensores de presión que alertan a los cuidadores cuando un paciente intenta ponerse de pie. Esto puede incluir situaciones como que el paciente se levante de la cama para ir al baño. Los calcetines pueden comunicarse de forma inalámbrica con el sistema, que avisa a los cuidadores más cercanos al paciente para que puedan llegar y prestarle asistencia lo antes posible. El reciente estudio ha demostrado que el sistema reduce significativamente los índices de caídas en pacientes con alto riesgo de sufrir este tipo de incidentes.
Una caída puede acarrear graves consecuencias para los pacientes frágiles y vulnerables, y a menudo puede ser el inicio de una espiral de mala salud. No suele ser posible vigilar a los pacientes de alto riesgo cada minuto del día, pero las tecnologías inalámbricas son idóneas para cumplir una función de ayuda en este contexto.
"Debido al rápido envejecimiento de la población, se espera que el número de pacientes con mayor riesgo de caídas en los hospitales aumente sustancialmente", afirma Tina Bodine, investigadora que participa en el estudio. "Se cree que alrededor del 30% de las caídas intrahospitalarias se pueden prevenir, por lo que es imperativo determinar mejores formas de mantener a nuestros pacientes a salvo de las caídas mientras están hospitalizados"
Las caídas suelen producirse cuando un paciente de alto riesgo intenta levantarse de la cama para ir al baño, y este es el momento en el que contar con la presencia de un cuidador para ayudar puede reducir drásticamente el riesgo de estos incidentes. Los enfoques actuales incluyen a veces sensores de presión en las camas o en los asientos, pero éstos suelen dar falsas alarmas, lo que conduce a la fatiga de las alarmas y a la reducción de la eficacia de estos sistemas.
Este nuevo sistema está presente en los propios pacientes y en el personal, en forma de calcetines inteligentes inalámbricos que contienen sensores de presión e insignias de alerta que lleva el personal. Los calcetines alertan a los tres cuidadores más cercanos cuando un paciente intenta levantarse de la cama, y luego a los tres siguientes más cercanos si uno de los tres primeros no está presente en la habitación en los primeros 60 segundos, y el sistema pasa a llamar a todo el personal en 90 segundos.
"Los pacientes pueden caerse mientras están hospitalizados, y esto a veces puede provocar lesiones o la muerte. Sabemos que las medidas de prevención de caídas existentes no funcionan de forma sistemática", afirma Tammy Moore, otra de las investigadoras que participan en el estudio. "Durante nuestro estudio, observamos cero caídas, lo que supuso una tasa de caídas más baja entre los pacientes que llevaban estos calcetines que la tasa histórica de caídas de 4 caídas por cada 1.000 pacientes-día"
"Un problema importante de los sensores de presión de la cama y la silla es que el elevado número de falsas alarmas puede causar una "fatiga de la alarma" que puede contribuir a retrasar la respuesta", dijo Bodine. "Con este sistema, no se detectaron caídas y sólo el 0,2% de las alarmas fueron falsas. También analizamos los tiempos de respuesta de las enfermeras, que oscilaban entre 1 segundo y casi 10 minutos, y descubrimos que la mediana del tiempo de respuesta de las enfermeras era de 24 segundos."
Vea un vídeo sobre la tecnología a continuación.