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¿Carece la región de MENA de datos sobre las INFECCIONES ALIMENTARIAS?
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Según un reciente estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA) es la tercera más afectada por las infecciones alimentarias per cápita. Sólo está por detrás de África y el Sudeste Asiático en cuanto a la carga de enfermedades alimentarias.
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Sin embargo, existe una asombrosa falta de información sobre los factores de riesgo asociados a los patógenos habituales -así como su incidencia en la población humana- en la región de Oriente Medio y Norte de África. Estas son las conclusiones de un nuevo estudio encargado por la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos, que revela lo mucho que queda por hacer para abordar adecuadamente el problema.
Un estudio esclarecedor
Realizado por investigadores de la Universidad de los EAU en colaboración con sus colegas de Australia, Egipto y otras instituciones emiratíes, el documento de revisión examinó todos los estudios sobre el tema de las infecciones alimentarias en la zona MENA durante los últimos 20 años. En particular, los científicos se concentraron en tres patógenos concretos: Campylobacter, L. monocytogenes y Salmonella.
Sus resultados, publicados en la revista Foods, demostraron que la coherencia y la coordinación de los datos existentes eran muy deficientes en toda la región. En el futuro se necesitarán estudios más profundos sobre los riesgos que plantean estas bacterias, así como una mayor documentación sobre su prevalencia entre la población de MENA.
Abundan las incoherencias
Por ejemplo, los investigadores descubrieron que existían salvajes incoherencias entre las tasas de detección de ciertos patógenos entre los mismos grupos de alimentos en diferentes países. En Egipto, las tasas de Salmonella llegaron a ser del 64% en el pollo, mientras que en el cercano Irak sólo se registraron en un 16%. Incluso dentro de Egipto, las tasas diferían significativamente de las muestreadas en las ciudades del norte a las del sur.
Los investigadores atribuyen estas discrepancias a las diferencias en los distintos tipos de métodos de análisis utilizados por los laboratorios para detectar las bacterias. También indicaron que la procedencia de las muestras (locales o importadas) y los tipos de alimentos (de origen vegetal o cárnico) pueden ser responsables de las variaciones. Independientemente de la causa, está claro que las discrepancias indican una falta de conocimiento sobre la prevalencia de la Salmonella en la región MENA.
No hay coordinación en los datos satelitales
Además, los autores de la revisión también señalaron la falta de coordinación entre los estados miembros de Oriente Medio. Los pocos datos que se pueden encontrar se limitan a menudo a una sola fuente de alimentos, y la investigación árabe sobre Campylobacter se concentra únicamente en muestras de aves de corral y Listeria se limita principalmente a los alimentos de origen animal.
Para rectificar el problema, los autores del documento recomiendan que se ponga en marcha un nuevo sistema integral. "Debería establecerse un sistema coordinado de vigilancia y seguimiento de los patógenos transmitidos por los alimentos para diseñar estrategias informadas de control y prevención contra estos patógenos a nivel nacional y regional en todos los países árabes", recomiendan los investigadores.