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Las resonancias magnéticas podrían ayudar a diagnosticar el TDAH en los niños
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Los resultados de un estudio dirigido por la Facultad de Medicina de Yale demuestran que las exploraciones por resonancia magnética funcional (IRMf) podrían ayudar a diagnosticar el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) en los niños con mayor eficacia que los métodos actuales.
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Las estadísticas indican que el TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes, que afecta a unos seis millones de menores de 18 años sólo en Estados Unidos. Los síntomas de este trastorno son variados, pero suele caracterizarse por dificultades de atención, comportamiento hiperactivo o falta de control de los impulsos.
Los métodos de diagnóstico actuales dependen de que el cuidador responda con precisión a una lista de preguntas, así como de otras medidas subjetivas, lo que puede dificultar la obtención de un diagnóstico definitivo.
"Se necesita una metodología más objetiva para un diagnóstico más eficaz y fiable", afirma Huang Lin, coautor del estudio e investigador de posgrado de la Facultad de Medicina de Yale en New Haven (Connecticut), que presentará el estudio en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA) la semana que viene. "Los síntomas del TDAH a menudo no se diagnostican o se diagnostican mal porque la evaluación es subjetiva"
Los investigadores estudiaron los datos de imágenes de resonancia magnética tomados como parte del estudio sobre el Desarrollo Cognitivo del Cerebro del Adolescente (ABCD), que es actualmente el mayor estudio a largo plazo sobre el desarrollo del cerebro y la salud infantil en los EE.UU. Los participantes tenían entre 9 y 10 años y fueron reclutados en 21 centros de estudio de todo el país.
El equipo recopiló datos de imágenes fMRI de 1.830 sujetos con TDAH y 6.067 sin TDAH para buscar posibles diferencias en la neurología. Las medidas específicas utilizadas fueron: anisotropía fraccional, densidad de neuritas, difusividad media, radial y axial de los tractos de materia blanca, entre otras.
Los resultados mostraron que los niños con TDAH presentaban notables diferencias en la neuroimagen cerebral. Por ejemplo, tenían una anisotropía fraccional y una densidad de neuritas más bajas, pero una difusividad media y radial más alta que los niños sin TDAH.
"Encontramos cambios en casi todas las regiones del cerebro que investigamos. La omnipresencia en todo el cerebro fue sorprendente, ya que muchos estudios anteriores han identificado cambios en regiones selectivas", comentó Lin en un comunicado de prensa.
Los investigadores observaron una conectividad cerebral anormal en los niños con TDAH frente a los controles en las áreas relacionadas con el procesamiento de la memoria y el procesamiento auditivo. También observaron un córtex más delgado y cambios en la materia blanca, especialmente en el lóbulo frontal del cerebro.
"El lóbulo frontal es el área del cerebro que gobierna la impulsividad y la atención o la falta de ella, dos de los principales síntomas del TDAH", dijo Lin.
El equipo espera ahora convertir sus hallazgos en una herramienta de diagnóstico, idealmente utilizando la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para analizar las diferencias precisas entre los niños con y sin la enfermedad.