Qué comprobar antes de comprar un reloj inteligente o un rastreador de salud

El mercado de los rastreadores de fitness, y especialmente de los smartwatches, está en alza. A pesar de las dificultades de suministro debidas al coronavirus, el mercado siguió creciendo y los principales actores (Apple, Samsung, Huawei y Garmin) han mantenido su liderazgo, asegurándose un 75% constante de todo el segmento. Globalmente, en 2022, los ingresos generados en todo el mundo en el mercado de los smartwatches fueron de aproximadamente 38.600 millones de dólares estadounidenses.

Ya escribimos antes sobre cómo COVID-19 afectó a nuestra forma de hacer deporte. Desde ejercicios en cuarentena y ensayos de baile hasta yoga en línea, pasando por eventos multitudinarios y maratones en línea (¿has oído hablar de las carreras virtuales IRONMAN?), la lista es interminable. Y como todos estábamos aislados de nuestros espacios y movimientos favoritos, tuvimos la oportunidad de encontrar otros nuevos; o al menos nuevas formas de hacer nuestro ejercicio favorito. Pero no se trataba sólo de lo que hacíamos. Era lo que utilizábamos para seguir nuestros progresos. Nuestros smartwatches y rastreadores de salud. Así que resulta obvio hablar del tipo de pulsera que deberíamos comprar.

Mis 7+1 recomendaciones

Creo que existe el rastreador adecuado para cada persona. Pero antes de comprar uno de la estantería, deberías hacer los deberes y averiguar cuál está hecho para ti, en función de tus propias expectativas, necesidades, preferencias, etc.

No voy a ponerme a comparar dispositivos: esas listas se hacen todos los días. Además, una lista así quedaría pronto obsoleta debido a los rápidos cambios del mercado. He probado más de cien dispositivos de este tipo, desde rastreadores inteligentes del sueño hasta ecógrafos con inteligencia artificial, pasando por relojes con ECG. En resumen, lo que puedo hacer es ayudarle a elegir el adecuado, basándome en mi amplia experiencia.

1. Aprobación reglamentaria

Es muy importante comprobar si el dispositivo está homologado. Los dispositivos y rastreadores inteligentes tienen que pasar una serie de pruebas de seguridad y calidad. Para demostrar que han realizado estas rondas, reciben una aprobación reglamentaria que acredita una institución; como una aprobación de la FDA o una marca CE. Dependiendo de dónde hayan solicitado la prueba, la FDA es el proceso estadounidense; el marcado CE es el estándar en Europa; y, obviamente, cada región tiene sus propios procesos y abreviaturas. Si disponen de dicha homologación, las empresas suelen comunicarlo en voz alta en sus sitios web/canales.

2. Atención al cliente

La forma en que una empresa resuelve los problemas de los clientes es el siguiente paso de la evaluación. Muestra cómo trata realmente una empresa a sus consumidores y abarca cualquier tipo de asistencia técnica, de instalación o de mantenimiento. Siempre merece la pena comprobar los comentarios en línea (como en Amazon u otros sitios) o en la AppStore/GooglePlay. Aquí también puedes ver cómo reaccionan los desarrolladores a las quejas.

3. Credibilidad

Me he encontrado con smartwatches que podían repeler mosquitos mientras medían el ECG; darte descargas eléctricas cuando adoptas un mal hábito; medirlo todo o predecir terremotos. Créeme: cuanto más prometen, menos probabilidades tienen de cumplir.

Confíe en su instinto: si un reloj o un dispositivo promete medir demasiados parámetros de salud, tenga cuidado. Puede que prometa demasiado. Sería fantástico, pero poco probable, que una pequeña empresa de garaje encontrara el Santo Grial de los dispositivos de seguimiento de la salud. Espere algo así de las grandes empresas (que compran pequeños grupos de garaje para utilizar sus descubrimientos).

4. Comunicación

Echa un vistazo a la comunicación online de la empresa. Puedes hacerte una idea clara de los desarrolladores echando un vistazo a sus canales sociales. Lo activos que son, cómo hablan con los consumidores, lo que consideran importante compartir dicen mucho. Transparencia y honestidad son las palabras clave que hay que buscar.

5. Puntos fuertes técnicos

Vale, esto es algo que siempre comprobamos en nuestras revisiones, y tú también deberías hacerlo. Una batería de larga duración y una conexión Bluetooth sin problemas son la clave de mi felicidad. Personalmente, nunca compraría un dispositivo que tuviera que cargar todos los días. Antes de plantearme comprar un rastreador (o cualquier otro dispositivo), compruebo estas características en los análisis de Verge o TechRadar.

6. Funciones de salud frente a pruebas

Para saber si las funciones de salud están respaldadas por pruebas, hay que investigar un poco. Echa un vistazo a cómo, por ejemplo, Withings comparte con quién colaboraron mientras desarrollaban las características de sus dispositivos. Los resultados y estudios médicos y científicos no son fáciles de comprender para el usuario medio; sin embargo, las empresas suelen hacer un buen trabajo interpretando estos hallazgos y resultados. Utiliza tu lógica y dedica un poco de tiempo aquí para ahorrarte tiempo en el otro extremo.

7. Descargar datos brutos

Quiero descargar mis datos en bruto, ya que los recopilo y utilizo mucho. No todos los dispositivos soportan esta característica, y las grandes compañías como Fitbit normalmente prefieren no compartir si puedes descargar tus propios datos. Es definitivamente mi propia preferencia, decide por ti mismo si es algo que harías o no.

+1: Conexión del smartphone

Tómate 5 minutos para ver si el dispositivo es compatible con tu teléfono. Te lo agradecerás después.

Estos pasos sin duda te ayudarán a encontrar el dispositivo adecuado para ti. Si se trata de un smartwatch o cualquier rastreador de salud, también dependerá de la plataforma que utilices (iOs o Android) y, por supuesto, de tu presupuesto. Pero ten en cuenta también que las marcas menos conocidas suelen dar menos información, por ejemplo, sobre el uso que hacen de tus datos.

Así que ten en cuenta también los problemas de privacidad que conlleva cualquier dispositivo en el que almacenes tus datos de salud (o de cualquier otro tipo). Como no hay duda de que los dispositivos de seguimiento de la salud tienen un lado oscuro, tenga en cuenta cómo configura su dispositivo y a qué empresas confía sus datos.