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#Novedades de la industria
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Los investigadores han desarrollado una biotinta más segura que se endurece a la temperatura corporal
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la bioimpresión en 3D es una técnica que está ganando terreno en la industria médica.
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Esta tecnología utiliza biomateriales para crear estructuras tisulares artificiales necesarias para tratar enfermedades o lesiones de los pacientes. Las biotintas a base de hidrogeles que se utilizan en este proceso están compuestas de células. Para que sean eficaces, estos biomateriales deben reforzarse con luz ultravioleta o procesos químicos. Sin embargo, según el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST), este proceso puede causar citotoxicidad, es decir, muerte celular. Por eso, los investigadores del KIST desarrollaron una biotinta que puede endurecerse de forma natural a la temperatura corporal para hacerlos más compatibles con el cuerpo humano.
Como ya se ha dicho, recientemente se han dado a conocer varios proyectos de bioimpresión en 3D. De hecho, hace poco se presentó una nueva técnica apasionante que utiliza la tecnología DLP para crear tejido humano vascularizado. Los investigadores también han diseñado una bioimpresora 3D capaz de reparar directamente tejidos u órganos del cuerpo humano dañados por enfermedades o lesiones. Esta tecnología también se está explotando para la investigación de enfermedades transmitidas por mosquitos. Sus aplicaciones son apasionantes, pero la complejidad del proceso ha dificultado su despegue. Esta última innovación, sin embargo, podría abrir el camino a una mejor bioimpresión, permitiendo incluso la producción de órganos en el futuro.
"Una biotinta adaptada a cada tejido y órgano"
El equipo de investigación está dirigido por el Dr. Song Soo-Chang en el centro de biomateriales del instituto. Ha conseguido desarrollar una biotinta capaz de conservar su estructura física sin necesidad de fotocurado ni procesos químicos. Según los investigadores del KIST, el biomaterial está basado en un hidrogel de poli(organofosfazeno). Esta sustancia existe como líquido a bajas temperaturas y se convierte en un gel duro a la temperatura corporal, unos 37°C. Su baja temperatura facilita la impresión de un modelo 3D adaptado a cada paciente. La biotinta también tiene la ventaja de conservar durante mucho tiempo los factores de crecimiento, proteínas que ayudan a la regeneración de los tejidos. Para probar su biomaterial, el equipo de investigación fabricó un andamio utilizando una bioimpresora 3D.
En la estructura 3D, el equipo añadió un factor de crecimiento con una proteína morfogenética ósea. Esta última es necesaria para la infiltración celular y la regeneración ósea. A continuación se colocó el andamio sobre un hueso de rata dañado. Las células del tejido circundante migraron al andamio y el hueso se regeneró hasta alcanzar niveles normales. Según los investigadores, el andamio 3D implantado se biodegradó en el organismo en 42 días. "El equipo de investigación ha transferido la tecnología del hidrogel de polifosfazeno termosensible... y está en marcha el desarrollo de productos como materiales para injertos óseos y rellenos cosméticos. Como la biotinta desarrollada esta vez tiene propiedades físicas diferentes, se están llevando a cabo investigaciones de seguimiento para aplicarla a la regeneración de otros tejidos además del óseo, y esperamos poder comercializar finalmente biotinta adaptada a cada tejido y órgano." Para saber más sobre esta nueva biotinta del instituto coreano, pulse aquí https://eng.kist.re.kr/eng/newscenter/latest-research-news.do?mode=view&articleNo=9046.