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Los microbios podían ser culpables para los dos puntos postquirúrgicos “se escapan”
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Escapes postquirúrgicos que se convierten después de que un segmento de los dos puntos se haya quitado y cosido detrás junto es causado a menudo no por la negligencia o el error técnico pero por las bacterias en el intestino que eluden los antibióticos, según nueva evidencia sobre esta complicación devastadora de la cirugía gastrointestinal.
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Tales escapes, que pueden desarrollar días o semanas después del procedimiento, permiten que el contenido del intestino se derrame en el abdomen y pueden causar dolor, fiebre, sepsia e incluso muerte.
En los pacientes que experimentan cirugía de riesgo elevado por ejemplo en el recto, las tarifas del escape pueden acercarse al 30 por ciento. Esto puede obligar a cirujanos que realicen un ileostomy o una operación del intestino grueso temporal de modo que la corriente del taburete vacie directamente del intestino en un bolso externo. Este acercamiento divierte el taburete lejos de la conexión intestinal recién formado, dándole una oportunidad de curar, pero puede ser distressing a los pacientes y requiere una segunda operación restaurar continuidad intestinal.
Los resultados del estudio proporcionan la penetración en porqué ocurren los escapes postquirúrgicos y podrían llevar a más modos eficaces de reducirlos. “Por más de 60 años, cirujanos han sospechado que los microbios intestinales desempeñaron un papel causativo en salida después de cirugía intestinal,” dijo al autor mayor del estudio, Juan Alverdy, MD, profesor de la cirugía en la Universidad de Chicago, “solamente nosotros nunca estaban seguro cuánto ellos contribuyeron, que las bacterias estaban implicadas o cómo prevenirlo. La identificación de uno de los culpables microbianos primarios nos señala hacia mejores maneras de reducir el riesgo.”
En el 6 de mayo de 2015, la aplicación la medicina de translación de la ciencia, los investigadores remonta el bulto del daño a una tensión de la microflora intestinal: Enterrococcus faecalis. La concentración y el predominio de esta especie aumenta dramáticamente del intestino durante las primeras semanas de la recuperación que siguen cirugía intestinal “que este microbio tiene todas las herramientas para complicar la cura,” Alverdy dijo.
El E. faecalis degrada tejidos conectivos intestinales tales como colágeno I, que desempeña un papel fundamental en la reparación de la herida mientras que ayuda a formar el tejido de la cicatriz. Activa el metalloprotease 9 (MMP9), que de la matriz de la enzima degrada el colágeno IV, otro tejido conectivo implicado en la cura de la herida. Los antibióticos estándar usados en cirugía de los dos puntos no eliminan a menudo este microbio. Disolviendo el tejido de la cicatriz necesario para sellar el intestino durante la cura, el E. faecalis crea los pequeños agujeros en el intestino en la anastomosis, el lugar en donde la pieza del intestino se ha quitado y los dos segmentos que flanquean vueltos a conectar.
Los científicos buscaron para la causa de estos escapes realizando resecciones de los dos puntos en ratas sanas, quitando 1 centímetro de los dos puntos más bajos, entonces volviendo a conectar los dos segmentos colindantes. Entonces utilizaron genéticas para seguir las bacterias encontradas en el sitio quirúrgico mientras que se desarrollaron en un cierto plazo. De todas las bacterias en estos sitios, faecalis del E. destacada como el microbio dominante. Era lejos más común en las ratas que habían desarrollado los escapes postquirúrgicos que ésos fuera. Para el momento en que ocurrieran los escapes, la abundancia relativa de E. faecalis había aumentado el doblez 500.
Los escapes aparecían ser causados por la avería del colágeno en la pared intestinal curativa, así que los investigadores buscaron las bacterias que pudieron hacer las enzimas capaces de la degradación del colágeno. Una vez más el E. faecalis tenía “las mercancías crudas a poder a la cicatriz sana de la avería,” Alverdy dijo, haciéndole el foco central del estudio. Encontraron dos diversas tensiones. Una de ellos, etiquetado E1, colagenasa limitada producida. E2 producido mucho. Esta tensión E2 comenzó a degradar el colágeno mucho más pronto y era más virulenta.
Cuando los investigadores expusieron ratas a cada uno de las dos tensiones vía enemas pronto después de cirugía, los que recibieron E2 todo desarrollaron los escapes en el sitio quirúrgico en el plazo de seis días. Ningunas de las ratas que recibían las tensiones que produjeron cantidades insignificantes de colagenasa produjeron un escape.
La opción de antibióticos y cómo también les entregaron afecta al riesgo de un escape. Ratas que recibieron tres antibióticos--ciprofloxacin, metronidazole y neomicina--aplicado directamente a los tejidos intestinales vía enema inmediatamente después de la cirugía y al next day no tenía ninguÌn E. faecalis, menos MMP9 y ningunos escapes. Las ratas que recibieron los antibióticos intravenoso tenían quedar orientado faecalis del E. los tejidos y una alta tarifa del escape.
En los años 70 y los años 80, la mayoría de los cirujanos administraron rutinario los antibióticos orales que apuntaron bacterias intestinales tales como E. faecalis. Éstos fueron substituidos en los años 90 por un grupo de antibióticos intravenosos, las cefalosporinas, muchas cuyo no elimine el E. faecalis. “Es significativo que los antibióticos más de uso general de la cirugía de los dos puntos no eliminan hoy el E. faecalis en la tripa, pero de hecho permite que prolifere y predominar,” los autores del estudio precisan. “De hecho, el E. faecalis se ha demostrado “a la floración” en el intestino que seguía una sola dosis parenteral de una cefalosporina.”
Alverdy dijo que de identificación del E. faecalis es solamente el principio. “Hay muchas otras bacterias intestinales que pueden producir colagenasas y causar los escapes,” él dijo. “Necesitamos identificar los que interrumpan el curso de la cura y los eliminamos.”
Alverdy y los colegas están planeando un ensayo clínico que pruebe su hipótesis en seres humanos. Para identificar las bacterias que arraciman en el sitio quirúrgico y determinan su papel en causar los escapes, el plan de los investigadores para supervisar a pacientes vía la colonoscopia por hasta tres semanas después de la cirugía, para observar el diario cómo sus tejidos anastomóticos curan.