#Tendencias de productos
Toracentesis
Toracentesis
Un derrame pleural es una acumulación anormal de líquido en el espacio pleural. La extracción de este líquido mediante aspiración con aguja se denomina toracocentesis. Esta última puede ser tanto diagnóstica como terapéutica para el paciente.
Se trata de un procedimiento percutáneo en el que se introduce una aguja o un catéter en el espacio pleural para evacuar este líquido pleural.
Por su parte, la toracocentesis terapéutica se realiza para paliar la disnea o la alteración de la ventilación derivada de la acumulación de líquido pleural, para mejorar las imágenes torácicas posteriores al drenaje, para predecir el éxito de la reexpansión pulmonar en los derrames malignos o para acelerar la eliminación del derrame con un único procedimiento pleural mientras se espera el efecto de las terapias moduladoras de la enfermedad.
¿Qué ecógrafo se utiliza para la toracocentesis?
El SIFULTRAS-5.42 es el dispositivo por el que se decantan los médicos, ya que tiene un cabezal lineal y otro convexo.
Una sonda convexa con una frecuencia de 3,5-5,0 MHz es adecuada para realizar una toracocentesis. Permite una mejor visualización de las estructuras más profundas y es bastante adecuada para visualizar las estructuras más superficiales adyacentes a la pared torácica. Una sonda de mayor frecuencia, entre 5,0 y 7,0 MHz, es eficaz para visualizar las estructuras de la pared torácica y la pleura parietal.
El ecografista debe empezar a explorar en profundidad el tórax, el derrame y las estructuras circundantes. A continuación, debe reducir la profundidad para que la zona en la que se introducirá la aguja ocupe la mayor parte de la pantalla.
La sonda puede entonces moverse hacia la cabeza y de lado a lado para localizar la mayor bolsa de líquido entre las costillas. Una vez localizada, se hace una marca con tinta indeleble justo encima de la costilla inferior.
El escáner de ultrasonidos proporciona una mejor selección del lugar de inserción de la aguja, una mejor caracterización de la anatomía pleural y mayores tasas de éxito del procedimiento que la exploración física sola.
El ecógrafo inalámbrico también puede identificar con precisión la ubicación del líquido para poder marcar la pared torácica en la preparación de la toracocentesis.
En resumen, el uso de un ecógrafo no sólo ayuda a detectar los derrames más pequeños, sino también, y lo que es más importante, a disminuir la elevada tasa de complicaciones asociada a ellos.