Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
Enfermedad arterial periférica (EAP): Comprender y tratar una afección vascular frecuente
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Arteria de las extremidades inferiores II
{{{sourceTextContent.description}}}
La enfermedad arterial periférica (EAP) es una afección vascular prevalente que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por un estrechamiento u obstrucción de las arterias que suministran sangre a las extremidades, principalmente las piernas. Este artículo ofrece una visión general concisa de la arteriopatía periférica, incluidas sus causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento.
Causas y factores de riesgo:
La arteriopatía periférica suele deberse a la aterosclerosis, una enfermedad caracterizada por la acumulación de depósitos grasos, denominados placas, en las paredes arteriales. Estas placas restringen el flujo sanguíneo estrechando u obstruyendo las arterias. Varios factores de riesgo contribuyen al desarrollo de la arteriopatía periférica, entre ellos
1.El tabaquismo: El consumo de tabaco es un factor de riesgo importante para la arteriopatía periférica, ya que daña el revestimiento interno de los vasos sanguíneos y acelera la progresión de la aterosclerosis.
2.Diabetes: Las personas con diabetes son más propensas a desarrollar arteriopatía periférica debido a los elevados niveles de azúcar en sangre, que pueden dañar los vasos sanguíneos y favorecer la aterosclerosis.
3.Hipertensión: La hipertensión aumenta la tensión de las paredes arteriales, lo que contribuye al desarrollo y la progresión de la arteriopatía periférica.
4.Colesterol alto: Los niveles elevados de colesterol LDL (colesterol malo) y los niveles reducidos de colesterol HDL (colesterol bueno) pueden provocar la formación de placas arteriales.
Síntomas y complicaciones:
El síntoma más común de la arteriopatía periférica es la claudicación intermitente, que se manifiesta como dolor, calambres o fatiga en los músculos de las piernas durante la actividad física. Otros síntomas son
1.Dolor en reposo: Dolor intenso en las piernas, los pies o los dedos de los pies que se produce durante los periodos de reposo o al tumbarse.
2.Heridas que no cicatrizan: La reducción del flujo sanguíneo a las extremidades puede dificultar el proceso de cicatrización, dando lugar a la formación de heridas crónicas o úlceras.
3.Pies fríos: La disminución del flujo sanguíneo puede provocar una sensación de frío en los pies y la parte inferior de las piernas.
Si no se trata, la arteriopatía periférica puede dar lugar a complicaciones graves, como heridas que no cicatrizan, infecciones e incluso isquemia potencialmente mortal.
Diagnóstico y tratamiento:
El diagnóstico de la arteriopatía periférica suele implicar una combinación de evaluación de la historia clínica, exploración física y pruebas especializadas, entre las que se incluyen:
1.Índice tobillo-brazo (ITB): Esta prueba no invasiva compara las mediciones de la presión arterial en brazos y tobillos para evaluar el flujo sanguíneo en las piernas.
2.Ecografía Doppler: Esta técnica de imagen utiliza ondas sonoras para evaluar el flujo sanguíneo a través de las arterias y detectar cualquier obstrucción.
El objetivo del tratamiento de la arteriopatía periférica es aliviar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen
1.Modificaciones del estilo de vida: La elección de un estilo de vida saludable, como dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad y seguir una dieta cardiosaludable, puede ayudar a controlar la arteriopatía periférica y mejorar la salud cardiovascular general.
2.Medicación: Los medicamentos para tratar la arteriopatía periférica pueden incluir antiagregantes plaquetarios, medicamentos para reducir el colesterol y medicamentos para controlar los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial.
3.Procedimientos intervencionistas: En los casos graves, pueden recomendarse intervenciones endovasculares como la angioplastia o la colocación de stents para abrir las arterias obstruidas y restablecer el flujo sanguíneo.
4.Terapia de ejercicio: Los programas de ejercicio supervisados pueden ayudar a mejorar los síntomas y aumentar la distancia caminada en personas con arteriopatía periférica.