Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
Una solución rápida para los criadores de cerdos en tiempos extraordinarios.
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Una solución rápida para los criadores de cerdos en tiempos extraordinarios.
{{{sourceTextContent.description}}}
La peste porcina africana ha seguido afectando a la ganadería porcina mundial desde su regreso a la atención de los medios de comunicación en 2019. Atravesando continentes e impactando a los porcicultores de Asia, África, Europa y América por igual. En muchos casos, los ganaderos se han visto desbordados. En algunos casos, han podido utilizar incineradores individuales cuando se han instalado para reducir los visitantes y evitar los riesgos para su ganado. Sin embargo, cuando se ha producido una catástrofe y se han sacrificado rebaños enteros, surge un nuevo problema.
¿Qué ocurre cuando los niveles de ganado caído se multiplican de la noche a la mañana?
El reto consiste en que el ganadero medio sea capaz de gestionar el aumento del número de animales muertos. En ocasiones, ya dispondrán de un incinerador como el SB o el TB para gestionar sus necesidades medias, pero no podrán hacer frente a la demanda provocada por un gran brote.
Tal y como se reconoce en el Reino Unido desde los años 80, la única forma segura de eliminar el ganado infectado es mediante una incineración adecuada y controlada, alcanzando temperaturas suficientes para eliminar todos los rastros del virus y liberando únicamente gases limpios al medio ambiente. Así se eliminan los riesgos para las zonas circundantes que suponen el enterramiento y la quema a cielo abierto.
Aquí es donde nuestro último proyecto muestra un enfoque innovador de este problema. El Rapid 1000, de casi 9 metros de longitud y con capacidad para eliminar hasta una tonelada de residuos por hora, lo que equivale aproximadamente a 10 cadáveres de cerdos de tamaño normal cada hora, puede funcionar durante 16 horas al día. Este rendimiento es esencial cuando se trata de animales potencialmente enfermos y no aptos para el consumo humano, ya que la velocidad de eliminación es primordial para evitar la propagación de la infección.
Este proyecto, actualmente en producción para su entrega en Asia a finales de 2021, se instalará en la parte trasera de un camión de plataforma. Se trata de la solución móvil definitiva, que puede utilizarse en operaciones de emergencia, desplazándose a los lugares donde se producen brotes y sacrificios masivos. Mientras opera desde una ubicación semipermanente la mayor parte del tiempo.
Cuando no esté en operación móvil, esta máquina se establecerá en el puerto local y estará preparada para gestionar el ganado caído de múltiples fuentes entrantes. Protegiendo la bioseguridad y proporcionando una solución fiable a los granjeros vecinos y a las islas locales que no disponen de sus propias instalaciones de incineración.
El Rapid 1000 ha demostrado ser la solución ideal para proporcionar una instalación de incineración central para muchas islas conectadas de forma remota, como en las regiones de Asia e Indonesia. Se han acortado los tiempos de viaje entre los emplazamientos y se ha eliminado la necesidad de exportar o incluso de verter los residuos, como ocurría anteriormente.
Esta instalación se perfila como un avance fantástico en la lucha contra la peste porcina africana y como un gran paso hacia la bioseguridad para muchos ganaderos de la región.