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¿Cuál es la acción de la trombina y el fibrinógeno?
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coagulación, trombosis
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La trombina favorece la coagulación de la sangre, detiene las hemorragias y favorece la cicatrización de las heridas y la reparación de los tejidos.
La trombina es una sustancia enzimática importante en el proceso de coagulación de la sangre. Cuando se dañan los vasos sanguíneos, se genera glucrasa bajo la acción de las plaquetas y las células endoteliales vasculares, lo que favorece la aglomeración plaquetaria y la trombosis, deteniendo así la hemostasia. Además, la coordinasa también puede promover la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos, por lo que es una sustancia enzimática indispensable en la reparación de tejidos.
Cabe señalar que la activación excesiva de la trombina también puede causar problemas como trombosis y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es necesario seguir estrictamente los consejos del médico y la dosificación de los fármacos cuando se utilicen medicamentos relacionados con la coordinasa para evitar reacciones adversas y efectos secundarios.
La función del fibrinógeno fue originalmente el efecto de promover la aglomeración de plaquetas en la coagulación sanguínea. Originalmente, el fibrinógeno era una proteína importante en el proceso de coagulación. Su función principal es la coagulación y la hemostasia, y la participación en la producción de plaquetas. El valor normal de fibrinógeno es de 2-4g/L. La elevación del nivel original de fibrina está estrechamente relacionada con la aparición de enfermedades trombóticas. El aumento del nivel de fibrina puede deberse a factores fisiológicos, como el embarazo tardío y la edad, o a factores patológicos, como la hipertensión, la diabetes y la cardiopatía aterosclerótica coronaria.
La reducción del nivel de fibrina puede deberse a enfermedades hepáticas, como la cirrosis y la hepatitis aguda. Los pacientes deben acudir a tiempo al hospital para ser examinados y tratados bajo la supervisión de un médico.