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¿Cuál es el trastorno hemorrágico más frecuente en adultos?
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coagulación, trombosis
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Las enfermedades hemorrágicas se refieren a enfermedades caracterizadas por hemorragias espontáneas o leves tras una lesión debidas a factores genéticos, congénitos y adquiridos que provocan defectos o anomalías en los mecanismos hemostáticos, como los vasos sanguíneos, las plaquetas, la anticoagulación y la fibrinólisis. Existen muchas enfermedades hemorrágicas en la práctica clínica, y no existe un término que las defina como las más comunes. Sin embargo, entre las más comunes se encuentran la púrpura alérgica, la anemia aplásica, la coagulación intravascular diseminada, la leucemia, etc.
1. Púrpura alérgica: Se trata de una enfermedad autoinmune que, debido a diversos factores estimulantes, estimula la proliferación de clones de células B, provocando lesiones en pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo, lo que da lugar a hemorragias, o puede ir acompañada de síntomas como dolor abdominal, vómitos e hinchazón y dolor articular;
2. Anemia aplásica: Debido a la estimulación farmacológica, la radiación física y otros factores, se producen defectos en las células madre hematopoyéticas, lo que afecta a la función inmunitaria del organismo y al microentorno de la hematopoyesis, no es propicio para la proliferación y diferenciación de las células hematopoyéticas, puede provocar hemorragias, y se acompaña de síntomas como infección, fiebre y anemia progresiva;
3. Coagulación intravascular difusa: puede estar causada por diversas etiologías, activando el sistema de coagulación. En las fases iniciales, la fibrina y las plaquetas se acumulan en la microvasculatura y forman coágulos sanguíneos. A medida que la afección progresa, los factores de coagulación y las plaquetas se consumen en exceso, activando el sistema fibrinolítico, lo que provoca hemorragias o se acompaña de síntomas como trastornos circulatorios, disfunción orgánica y shock;
4. Leucemia: Por ejemplo, en la leucemia aguda, el paciente experimenta trombocitopenia y un gran número de células leucémicas forman trombos leucémicos, lo que provoca la rotura de los vasos sanguíneos debido a la compresión, dando lugar a hemorragias, y puede ir acompañada de anemia, fiebre, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos y otras afecciones.
Además, el mieloma y el linfoma también pueden provocar una disfunción de la coagulación, causando hemorragias. La mayoría de los pacientes con enfermedades hemorrágicas presentarán hemorragias anormales en la piel y la submucosa, así como grandes hematomas en la piel. Los casos graves de hemorragia también pueden presentar síntomas como fatiga, palidez de la cara, los labios y el lecho ungueal, así como síntomas como mareos, somnolencia y conciencia borrosa. Los síntomas leves deben tratarse con fármacos hemostáticos. En caso de hemorragia grave, puede infundirse plasma fresco o componentes sanguíneos según sea necesario para complementar las plaquetas y los factores de coagulación del organismo.