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#Novedades de la industria
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Cómo la tecnología RFID ofrece una mejor experiencia sanitaria
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Las etiquetas RFID pueden mejorar radicalmente la logística y la gestión de activos de un hospital.
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Gestionar un hospital moderno significa gestionar innumerables elementos dinámicos, incluidos los pacientes, los proveedores y todos los equipos que utilizan. Garantizar la preparación del personal de un hospital y sus herramientas es un reto constante.
Lamentablemente, es un reto que los hospitales no siempre superan. Entre 44.000 y 98.000 personas mueren cada año en todo el mundo debido a errores médicos que podrían haberse evitado. Entre ellos figuran la administración de la medicación equivocada y el despiste de pacientes de alto riesgo.
Para afrontar los retos de la logística y la gestión de activos, cada vez más hospitales recurren a la tecnología RFID. La tecnología RFID en sanidad puede utilizarse para realizar un seguimiento de los pacientes, el personal del hospital y los equipos, reduciendo la posibilidad de errores y ofreciendo una mejor experiencia de atención al paciente.
RFID en sanidad
Un sistema RFID consta de un pequeño transpondedor de radio, un transmisor y un receptor. Aunque son pequeños, los campos electromagnéticos que emiten pueden utilizarse para identificar y rastrear cualquier objeto o persona a la que se fije la etiqueta.
Cuando la etiqueta RFID recibe un impulso de interrogación de un dispositivo lector cercano, la etiqueta transmite una respuesta. Esencialmente, el dispositivo lector pregunta a la etiqueta: "¿Eres X?" y la etiqueta responde: "Sí, soy X" o "No, soy Y"
Existen dos tipos de etiquetas RFID: pasivas y activas. Las pasivas no tienen fuente de alimentación interna y dependen de la energía transmitida por el escáner RFID para enviar un mensaje.
Las etiquetas pasivas son menos caras y más ligeras que las activas, pero tienen un menor alcance de señal y no pueden transmitir datos en tiempo real.
Las etiquetas activas vienen equipadas con baterías internas y pueden enviar señales continuamente al lector RFID más cercano.
Lo mejor de la tecnología RFID en sanidad es lo sencilla y discreta que es. Los avances en la tecnología de radio permiten que las etiquetas RFID sean increíblemente pequeñas y ligeras, la mayoría del tamaño de un botón de una prenda o de una etiqueta con el nombre. Incluso hay etiquetas que se pueden tejer en la tela o pegar a objetos mediante adhesivos.
El hecho de que las etiquetas sean pequeñas y discretas garantiza que no molesten a las personas que las llevan, como los profesionales sanitarios y los pacientes.
Cómo se utiliza la RFID en sanidad
El pequeño tamaño y el bajo coste de las etiquetas RFID hacen que puedan implementarse fácilmente en una amplia gama de aplicaciones, entre las que se incluyen:
Seguimiento e identificación de pacientes. Llevando una pulsera o etiqueta en la ropa, los pacientes pueden ser localizados e identificados dondequiera que vayan en el hospital. Esto es especialmente útil para pacientes de alto riesgo o con problemas mentales, como los ancianos con Alzheimer. El Pratt Regional Medical Center de Pratt (Kentucky) también utiliza un sistema de este tipo para hacer un seguimiento de los recién nacidos y asegurarse de que no son cambiados accidentalmente al nacer.
Seguimiento y gestión de activos. Se calcula que entre el 10 y el 20% de todos los activos móviles de los hospitales (como ordenadores o tabletas) se pierden o son robados, con un coste medio de casi 3.000 dólares por artículo perdido. Las etiquetas RFID pueden adherirse a los activos y equipos para realizar un seguimiento de su ubicación en tiempo real, evitando que se extravíen o sean robados.
Gestión de la medicación. Suministrar la medicación incorrecta a los pacientes es una grave preocupación para los proveedores. Para evitarlo, los frascos de medicamentos pueden llevar etiquetas adheridas, que un lector RFID y un ordenador médico deben escanear antes de ser administrados. El ordenador consultará entonces la historia clínica electrónica (HCE) del paciente y comprobará si ese frasco contiene el medicamento correcto para ese paciente.
Acceso seguro. La seguridad y la privacidad de los datos preocupan enormemente al sector sanitario, que está obligado por ley a controlar quién accede a las historias clínicas electrónicas de los pacientes. Los grupos pueden conseguirlo utilizando ordenadores médicos con lectores RFID y entregando etiquetas a su personal. La única forma de acceder al ordenador es escanear la etiqueta, verificando así su identidad.
Gestión de inventarios. Las etiquetas RFID pueden colocarse en artículos consumibles como vendas y bolsas de sangre, lo que permite a un hospital controlar la cantidad de un recurso concreto que tiene y alertarle cuando necesita pedir repuestos.
Ventajas de RFID en sanidad
Mediante la implementación de etiquetas RFID, los hospitales pueden disfrutar de numerosas ventajas, como:
Mayor precisión y eficacia: Los proveedores pueden evitar administraciones incorrectas cruzando la medicación etiquetada con RFID con la HCE del paciente. La tecnología RFID también facilita el seguimiento de los niveles de inventario y la realización de pedidos de reabastecimiento, lo que facilita la gestión de la cadena de suministro.
Mayor seguridad del paciente: Además de evitar la administración incorrecta de medicamentos, las etiquetas RFID facilitan al personal del hospital el seguimiento y la supervisión de los pacientes en tiempo real. Esto ayuda a garantizar que los pacientes no deambulen o entren en zonas restringidas del hospital.
Ahorro de costes: Los hospitales pueden ahorrar grandes cantidades de dinero reduciendo el desperdicio de inventario y sustituyendo los activos robados o perdidos. Este ahorro puede reinvertirse en la compra de nuevos equipos, nóminas de personal o ampliación de operaciones.
Cumplimiento de la normativa: Uno de los principales requisitos de la HIPAA es el control de acceso, un medio para regular quién puede acceder a la información sanitaria privada de los pacientes. El control de acceso basado en RFID satisface este requisito.
Consideraciones e inquietudes
Como cualquier nueva tecnología, existen dudas sobre la seguridad y fiabilidad de la RFID. Proteger la información y la privacidad de los pacientes es una prioridad para los grupos sanitarios, sobre todo teniendo en cuenta la frecuencia con la que este sector es objetivo de los ciberdelincuentes. Una de las principales razones por las que algunos grupos sanitarios son reacios a adoptar la tecnología RFID es porque temen que pueda utilizarse para violar su seguridad.
La respuesta a estas preocupaciones es que, aunque las violaciones de datos son posibles, los ciberdelincuentes tienen otros métodos más accesibles de ejecutarlas que conseguir etiquetas o lectores RFID. La mayoría de los ciberataques comienzan con intentos de suplantación de identidad dirigidos a proveedores de atención sanitaria para robar sus credenciales de inicio de sesión.
Para acceder a la tecnología RFID es necesario interactuar físicamente con las etiquetas y los lectores, algo que la mayoría de los ciberdelincuentes no tienen tiempo ni oportunidad de hacer. Además, la seguridad de la tecnología RFID puede mejorarse utilizando ordenadores médicos con funciones de seguridad que escanean las etiquetas y evitan intrusiones.
Otro reto de la RFID en sanidad es su integración en sistemas y operaciones preexistentes. Muchos hospitales confían en equipos heredados que siguen siendo perfectamente funcionales, pero que utilizan puertos de conexión que ya no se admiten popularmente.
La mejor forma de afrontar este reto es utilizar equipos de grado médico con compatibilidad heredada. Esto permite a los grupos sanitarios seguir utilizando sus equipos antiguos sin renunciar a las herramientas modernas.
Tendencias futuras de la tecnología RFID en sanidad
Los desarrolladores exploran constantemente formas nuevas e innovadoras de implementar la tecnología RFID. Dos de las áreas en las que más se está explorando la RFID son el Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA).
RFID e IoT
Muchas aplicaciones RFID están diseñadas para aprovechar IoT. En virtud de ella, los dispositivos electrónicos conectados a través de Internet se comunican entre sí a la perfección sin necesidad de un intermediario humano. Por ejemplo, supongamos que el servidor de una farmacia detecta que se está agotando un medicamento concreto (que conoce gracias al seguimiento de las botellas etiquetadas con RFID).
En ese caso, puede pedir inmediatamente la reposición sin necesidad de que una persona autorice la transacción. Esto permite a los cuidadores centrarse en tratar a los pacientes en lugar de en tareas burocráticas o administrativas.
RFID e IA
La RFID encaja a la perfección con la IA, ya que le proporciona "ojos" en el mundo real. Los programas de IA necesitan datos entrantes para procesarlos antes de poder ofrecer soluciones, y las etiquetas y lectores RFID son la forma perfecta de recopilar esos datos.
Por ejemplo, una IA puede utilizar etiquetas para realizar un seguimiento de los consumibles de los equipos y predecir cuándo deben pedirse repuestos, lo que permite a los hospitales prepararse para situaciones de crisis con mayor rapidez. También puede tomar los datos de movimiento de pacientes y personal por todo el hospital para identificar las zonas de alto tráfico, lo que permite al personal ayudar a planificar el control de multitudes o las rutas de evacuación de emergencia.
Controle sus datos con Cybernet
Al adoptar la tecnología RFID, los hospitales pueden ofrecer una mejor experiencia asistencial a sus pacientes y ahorrar dinero mientras lo hacen. Desde la gestión del inventario hasta la emisión de medicamentos, prácticamente todas las funciones de un hospital pueden mejorarse con RFID.
Si su hospital o grupo sanitario está interesado en integrar ordenadores médicos con RFID en sus operaciones, póngase en contacto con el equipo de Cybernet Manufacturing. Nuestros ordenadores y tabletas se pueden personalizar con lectores RFID, lo que le proporciona capacidades ampliadas y un mejor control sobre quién puede acceder a los datos de sus pacientes.
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