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Implantación de nuevas tecnologías en la sanidad: Retos y buenas prácticas
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La introducción de nuevas tecnologías en un entorno sanitario conlleva retos únicos. Sin embargo, también existen soluciones para cada uno de estos problemas.
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La capacidad de la humanidad para dominar su entorno y aplicar nuevas herramientas ha sido fundamental para nuestro progreso como especie. Carecemos de abrigos de piel, así que dominamos el fuego y nos vestimos. No podemos correr muy rápido, así que domamos caballos y más tarde inventamos carruajes, coches y aviones. No podemos evitar sangrar muy deprisa ni recomponer nuestros huesos, así que inventamos los vendajes y las férulas.
Así pues, adoptar las nuevas tecnologías es la clave para ofrecer una mejor experiencia sanitaria. La tecnología abre nuevas opciones de tratamiento y hace que los métodos existentes sean más rápidos, eficaces y accesibles. Sin embargo, los retos que plantea la implantación de cualquier técnica o equipo nuevo, sobre todo a la escala a la que operan los grupos sanitarios, exigen un plan sólido y socios fiables con los que contar.
Necesidad de implantar nuevas tecnologías en la sanidad
El sector sanitario se encuentra en un momento importante. Tenemos más personas mayores que nunca en todo el mundo que requieren más tratamiento, al tiempo que nos enfrentamos a tasas crecientes de enfermedades crónicas como la obesidad y las cardiopatías. Sin embargo, también estamos viendo tasas insostenibles de agotamiento en el personal sanitario, ya que se pide a los proveedores que hagan demasiado con muy poco.
Varias nuevas tendencias tecnológicas, como la IA generativa, la telemedicina y la robótica, están convergiendo para ayudar a resolver estos problemas. La IA y el aprendizaje automático, por ejemplo, pueden utilizarse como asistentes para ayudar a los profesionales a diagnosticar las dolencias de sus pacientes o a rellenar el papeleo en su nombre. La telemedicina ofrece a pacientes y proveedores nuevas formas de comunicarse y acceder a la atención sin tener que desplazarse a un hospital o clínica.
Dicho esto, la integración de estas tecnologías plantea ciertos retos.
Problemas comunes de la implantación de nuevas tecnologías en la sanidad
Ningún cambio se produce sin costes o retos que superar. Esto es aplicable tanto a la sanidad como a cualquier otro sector. Entre los problemas más comunes de la implantación de nuevas tecnologías en la sanidad se incluyen los siguientes:
Coste: La adquisición e integración de una nueva tecnología en el funcionamiento de un hospital puede resultar costosa, sobre todo si requiere la sustitución de otros dispositivos relacionados.
Requisitos de formación: La mayoría de los profesionales sanitarios disponen de tiempo limitado para llevar a cabo la formación que requieren las nuevas tecnologías o dispositivos.
Reticencia de los proveedores: Al igual que ocurre con cualquier profesional cualificado, los profesionales sanitarios a menudo se aferran a sus costumbres y no les gusta que les digan que tienen que cambiar sus operaciones.
Sin embargo, cada reto tiene su solución.
Medidas de ahorro: Las nuevas tecnologías pueden ser más eficientes y ahorrar dinero a largo plazo, reduciendo los costes generales. El uso de dispositivos con compatibilidad con versiones anteriores, como ordenadores médicos con puertos heredados, puede reducir los costes derivados de la sustitución de otros dispositivos.
Diseño intuitivo: Los diseños intuitivos y las interfaces de usuario son fundamentales para facilitar el uso de la nueva tecnología y reducir los requisitos de formación.
Reducción de la carga de trabajo: La forma más rápida de conseguir que el personal sanitario acepte una nueva tecnología es insistir en que reducirá su carga de trabajo, no que la aumentará.
Cómo implantar las nuevas tecnologías en la sanidad
Obviamente, la implantación de nuevas tecnologías en entornos sanitarios es más compleja que una compra a nivel de consumidor. Se trata de un proceso que requiere la colaboración de múltiples conjuntos de habilidades de equipos de profesionales y que debe cumplir los requisitos de múltiples niveles de regulación. Los siguientes pasos están diseñados para ayudarle y guiarle a la hora de implantar una nueva herramienta o proceso.
Evalúe sus necesidades
Como primer paso, debe evaluar sus necesidades, el problema o reto que quiere superar y las posibles soluciones para su problema.
Un error común al actualizar a nuevos dispositivos o herramientas es fijarse en la pieza tecnológica más nueva y brillante sin considerar seriamente cómo y dónde la integrará en las estructuras o procesos preexistentes. Esto puede dar lugar a problemas de compatibilidad y regulación, como que la nueva herramienta no pueda comunicarse con otros dispositivos de la red o carezca de las funciones de ciberseguridad necesarias para cumplir normativas como la HIPAA.
Cuando evalúe sus necesidades, consulte a las distintas partes interesadas, incluidos los proveedores que utilizarán la nueva tecnología, los profesionales informáticos que ayudarán a mantenerla en funcionamiento e incluso los pacientes que puedan interactuar con ella. Ellos podrán decirle con exactitud si la tecnología satisface sus necesidades o tiene defectos que deben subsanarse. También tendrá que revisar las especificaciones técnicas y comunicarse con el fabricante para asegurarse de que su posible compra cumple los requisitos de seguridad necesarios.
Planificación y estrategia
Una vez revisados los requisitos y confirmadas las opciones, hay que elaborar un plan eficaz para implantar la nueva tecnología. Los componentes clave de un buen plan incluyen:
Presupuesto: Obviamente, tiene que asegurarse de que puede permitirse el nuevo equipo Sin embargo, en esta categoría también se incluyen los costes adicionales ajenos a la compra, como la formación, la configuración y cualquier gasto extra en el que incurra (por ejemplo, honorarios de consultores, sobrecostes, etc.).
Personal: Si esta nueva tecnología implica una ampliación significativa de sus operaciones, es posible que también necesite aumentar su plantilla. Al fin y al cabo, de nada sirve adquirir nuevas herramientas digitales si no se dispone de personal suficiente para utilizarlas. La formación también es una preocupación importante; tiene que dar tiempo a sus empleados para que utilicen la nueva tecnología y se familiaricen con ella para asegurarse de que pueden aprovechar plenamente su nuevo equipo.
Plazos: La compra e implantación de un nuevo equipo, junto con la formación del personal para utilizarlo, es un proyecto importante que puede durar meses. Es fundamental asegurarse de que la implantación de la nueva tecnología en su proyecto está programada y no se solapa con otros proyectos importantes de su organización.
Escalabilidad: Una cosa es saber que su nueva tecnología puede funcionar aquí y ahora, pero las operaciones sanitarias se ajustan constantemente ante los cambios de población y demográficos, entre otros. ¿Pueden sus herramientas de automatización de la atención sanitaria dar servicio a mil profesionales sanitarios con la misma eficacia que a cien? Garantizar la escalabilidad de sus herramientas es una forma excelente de preparar sus operaciones para el futuro.
Buenas prácticas para una implantación satisfactoria
No hay dos proyectos iguales, pero algunas buenas prácticas tienen una utilidad casi universal:
Establezca un programa piloto: Poner a prueba una nueva herramienta o tecnología es la forma perfecta de ver cómo puede beneficiar a sus operaciones. Permite identificar posibles puntos débiles durante la adopción a gran escala y preparar las soluciones adecuadas.
Comprometerse y comunicarse con las partes interesadas: Mantener informados a los proveedores, al personal de TI y a otras partes interesadas es fundamental para comprender cómo está funcionando su estrategia. Son los primeros en decirle si algo va mal con su nueva tecnología y, a menudo, los primeros en ofrecer una solución.
Apoye y forme a su personal en todo momento: No espere que su personal comprenda y adopte inmediatamente una herramienta. Asegúrese de que tienen acceso al material de formación adecuado y trabaje con consultores de confianza que hayan ayudado a otros grupos sanitarios a adoptar nuevas tecnologías.
Evalúe el impacto de la tecnología y realice los ajustes necesarios: Una vez que haya desplegado los nuevos dispositivos o herramientas, supervise cómo cambian las operaciones de su grupo y el impacto que tienen. Si las herramientas recién implantadas no cumplen sus expectativas, hable con el personal y las partes interesadas para determinar el motivo y poder ajustar los planes o la implantación según sea necesario.
Actualice sus operaciones con la ayuda de Cybernet
El sector sanitario está en constante evolución, por lo que los grupos sanitarios deben evolucionar con él. Al adoptar nuevas tecnologías e implementarlas de forma eficiente, los proveedores pueden seguir ofreciendo el mejor tratamiento posible a sus pacientes.
Si desea actualizar su práctica sanitaria con nuevos ordenadores o tabletas de calidad médica, póngase en contacto con los expertos de Cybernet Manufacturing. Nuestra experiencia como fabricante de equipos originales (OEM) significa que podemos ayudarle en todo el proceso de implementación e incluso personalizar nuestros productos a sus necesidades precisas.